Escollos de la renta básica incondicional





La idea de crear una Renta Básica Incondicional (RBI) está de vuelta en la agenda, que en su forma teórica ideal significa la atribución universal de una renta individual, igual para todos los ciudadanos, sin contrapartes y durante toda la vida.





De izquierda a derecha, hay varios objetivos planteados por los proponentes de esta idea. Se destacan la lucha contra la pobreza, la promoción del bienestar material y psicológico, el apoyo a una posible ola de paro derivada de la automatización y la superación del paradigma tradicional del trabajo por necesidad. Desde una perspectiva liberal, se asume que este financiamiento directo a los ciudadanos es un potencial sustituto de las actuales estructuras de bienestar social, lo que reduciría la burocracia y la interferencia estatal en la vida de los beneficiarios.

Aunque a primera vista el RBI puede presentarse como una propuesta seductora y merecer una amplia aprobación moral, hay razones para considerarlo, no solo inviable, sino incluso una trampa económica, social y política. Para una lectura más detallada sobre el carácter utópico de RBI y las principales limitaciones que plantearía su implementación, recomiendo leer el artículo “RBI y pensamiento utópico” (2019) que escribí en coautoría con el profesor André Azevedo Alves, en Revista Social Análise.

Alzas de impuestos que, en sí mismas, tendrían un efecto negativo sobre la inversión y el crecimiento económico. Además, por el simbolismo del agravamiento fiscal, así como por los efectos de una contracción económica, se reunirían ingredientes para un aumento del frenesí social, en sentido contrario al deseado por quienes ven al RBI como un instrumento de respuesta al “populismo”.

En segundo lugar, vale la pena señalar el probable desincentivo al trabajo (una esfera importante de socialización, disciplina y logros) si las personas valoran el ocio más que el aumento de los ingresos laborales. Los apologistas de RBI pueden decir que este argumento se basa en prejuicios culturales o simple mala voluntad. Sin embargo, siguiendo un escepticismo basado en el conocimiento histórico y antropológico, parece racional anticipar que un número importante de individuos prefieren permanecer en el paro, sin impulso voluntario para practicar actividades de cultivo personal o de valor agregado para la comunidad. En lugar de fomentar la cohesión social, hay un camino para la marginación de una parte de la población.

Los partidarios del RBI reconocen que tal inversión solo se podría lograr a escala europea. Conociendo la experiencia de la Unión Europea en el escenario de gestión de la deuda soberana y las divergencias nacionales en términos de productividad económica y disciplina presupuestaria, ¿cómo concebir que los Estados miembros fueran receptivos al avance de un proyecto tan costoso y arriesgado? A esas divergencias se agregaría el riesgo de generar inflación si el RBI se alimentara mediante el uso de la expansión monetaria.

Finalmente, una limitación que podría reducir aún más la viabilidad de este proyecto redistributivo no exclusivo es la permeabilidad de las fronteras europeas ante los intensos flujos migratorios. ¿En qué medida estas condiciones aumentarían el problema del «aprovechamiento gratuito» (situaciones en las que los individuos disfrutan de un bien sin tener que pagarlo)? En este caso, los nuevos inmigrantes podrían buscar racionalmente un ingreso seguro y generoso en comparación con las condiciones económicas de sus países de origen.





Es cierto que la fe en la viabilidad del RBI se renueva cada vez que aparecen los estudios piloto. Sin embargo, estas pruebas se realizan en un período corto de tiempo y en un contexto específico, y no es razonable concluir a partir de ahí cuáles son los efectos de un proyecto real a gran escala y a largo plazo, bajo el riesgo de embarcarse en experimentalismos que se apresuran a precipitarse en el fragor de las emergencias sociales.

Ana Gomez

Ana Gómez. Nació en Asturias pero vive en Madrid desde hace ya varios años. Me gusta de todo lo relacionado con los negocios, la empresa y los especialmente los deportes, estando especializada en deporte femenino y polideportivo. También me considero una Geek, amante de la tecnología los gadgets. Ana es la reportera encargada de cubrir competiciones deportivas de distinta naturaleza puesto que se trata de una editora con gran experiencia tanto en medios deportivos como en diarios generalistas online. Mi Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/ana.gomez.029   Email de contacto: ana.gomez@noticiasrtv.com

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