El reto del bienestar mental en las empresas
Podemos decir que otra “pandemia”, antes oculta y silenciosa, hoy deja huella en distintos aspectos de nuestras vidas. Después de más de cuatro años de incertidumbre y turbulencia, ¿podemos señalar el momento y el lugar de un epicentro en la salud mental?
Sin duda, la propia lucha contra el Covid-19 enmascaró durante mucho tiempo el crecimiento de los trastornos mentales. Y son muchos: distintos tipos de depresión, trastornos de ansiedad, consumo de alcohol y drogas, deterioro cognitivo y demencia, trastornos alimentarios y obesidad, etc. Los desafíos no son pocos.
¿Es preocupante? Muy. Um dos mais graves aspectos que impede a ajuda é que, muitas vezes, sintomas de depressão ou ansiedade se confundem com tristeza, estresse, preocupações, irritação, cansaço… Ou seja, com sensações que todos nós podemos eventualmente apresentar em alguns dias, inclusive no ambiente de trabajo.
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Y, lamentablemente, la formación de diferentes profesionales médicos no les permite identificar sutilezas y síntomas que marcan los trastornos psiquiátricos.
Además, el estigma de tener un trastorno psiquiátrico en el mercado laboral es uno de los mayores problemas a la hora de buscar ayuda, ya sea por miedo a ser juzgado como débil o por no esforzarse, o por miedo a perder el trabajo.
Pero lo cierto es que estas condiciones afectan la calidad de vida y, por supuesto, comprometen la productividad.
Esto y mucho más nos llevó, una vez más, a realizar los días 17 y 18 de abril de 2024, SER (Salud Emocional Resignificada). Se trata de una Cumbre en São Paulo que tendrá su segunda edición con el tema “El impacto de la salud mental en el trabajo: construyendo equilibrio”.
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Un estudio de mercado realizado por Mercer March Benefícios, que consultó a 850 grandes empresas (tanto nacionales como multinacionales) que operan en todas las regiones de Brasil, arrojó datos interesantes. Prácticamente la mitad de ellos (49%) no cuentan con acciones de salud mental. Es una señal de alerta para la salud mental.
Es fundamental actuar con urgencia no sólo sobre la persona enferma, sino en el entorno laboral, enfrentando los prejuicios, el estigma y la discriminación. Otra cuestión fundamental que aún no se ha abordado es la necesidad de derivar al especialista, sin medias tintas ni temores prejuiciosos. El cerebro enferma al igual que el hígado, el corazón, los pulmones, el intestino…
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre las diez principales causas de discapacidad laboral o académica, cinco son psiquiátricas. Esta estadística se refiere al número de días no trabajados o perdidos en actividades académicas a lo largo de la vida de un individuo.
Es decir, las cinco condiciones psiquiátricas son:
- depresión unipolar
- Trastorno de humor bipolar
- Esquizofrenia
- Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
- Trastornos por consumo de alcohol
La atención de la salud mental no puede (ni debe) estar representada únicamente por la atención específica brindada a los empleados que enferman. Ofrecer apoyo real y mejorar el clima relacional para que las personas que se perciben con problemas emocionales sean acogidas con confidencialidad y competencia técnica es fundamental.
Promover la salud mental es también un acto de respeto dentro de las instituciones y empresas, de transformar el bienestar social y luchar contra la pobreza. La salud mental no debe entenderse sólo como una forma de aumentar la productividad y reducir gastos.
Las empresas pueden, a través de sus políticas institucionales (además del área de recursos humanos), jugar un papel fundamental en la promoción de la salud mental.
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En mi experiencia clínica, académica y de investigación, es innegable que los trastornos mentales han aumentado mucho – y se espera que aumenten más. Aún no conocemos los efectos a largo plazo de las situaciones graves que atravesamos y las consecuencias psicológicas pueden aparecer años después.
No debemos ser pesimistas, evidentemente, pero seamos realistas: la salud mental es algo serio, que merece tratamiento y apoyo médico y psicológico en un entorno profesional.
Las empresas deben estar alerta y desarrollar activamente programas responsables, basados en evidencia científica y con la colaboración de expertos.
El trabajo llevará tiempo para prepararse. Será agotador física y mentalmente, con varias barreras que habrá que superar.
Pero es viable y, sobre todo, necesario. En esa Cumbre discutiremos extensamente estos temas en el mundo empresarial con varios expertos. Es otra oportunidad para que cuestionemos y hagamos que la atención de la salud mental sea más amplia y real.
*Táki Athanássios Cordás es psiquiatra y presidente de la Cumbre SER 2024. Es profesor de los Programas de Posgrado del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de São Paulo y coordinador del Instituto de Psiquiatría del Hospital de Clínicas de la Universidad de São Paulo. Paulo (IPq/HCFMUSP).
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