El regreso de la moda del 'balconing' causa seis muertes en España
Un t.urista alemán de 23 años, recién llegado a la isla española de Mallorca para pasar unas vacaciones con sus amigos, cayó mortalmente desde el piso 12 hasta el patio del hotel donde estaba instalado. La muerte del joven alemán eleva a seis el número de víctimas mortales con la práctica de 'balconing' – una actividad que consiste en saltar del balcón ('balcon' en inglés) de un hotel a la piscina o de un balcón a otro, muchas a veces sobre el efecto del alcohol o las drogas, y que parece volver a convertirse en una tendencia entre los más jóvenes.
Después de un año de 2017 con sólo cinco sucesos, ninguna de ellas fatal, el número de casos mortales con esta práctica ya llegó a seis este año. Y ese aumento está preocupando a las autoridades, según relata la prensa española esta semana.
La práctica se ha vuelto bastante común en España en las islas baleares, especialmente en Mallorca e Ibiza. Sólo en Magaluf, en Mallorca, ya hubo registro de cuatro caídas fatales de balcones de hoteles y apartamentos. El diario El País da cuenta de una decena de heridos sólo en esa región, con particular foco en el caso de un chico de 14 años que cayó del segundo piso de un hotel.
En los apartamentos Eden Roc hay registro de tres muertes este año. Una joven británica de 19 años murió en abril intentando entrar en su apartamento por el balcón. Un hombre irlandés cayó de un séptimo piso, poco después de haber llegado a España. El caso más reciente se refiere a un joven de 18 años que fue encontrado muerto un día después de una caída de varios metros de la ventana de su cuarto en julio.
Las medidas para hacer frente a esta actividad pueden no ser suficientes, de acuerdo con un propietario de un hotel en Magaluf. "El consulado debería apretar más con el gobierno británico para llevar a cabo campañas con las personas víctimas del balconing que podrían ayudar a enfrentar el problema", afirmó Joan Espina a El País. Para las medidas de combate del gobierno español sólo pasan por la distribución de folletos y por la aplicación de multas.
Por su parte, los empresarios rechazan la responsabilidad de hacer todo lo que está a su alcance para evitar la situación, subrayando que "intenta siempre alojar a los jóvenes en los pisos más bajos" y entregan los folletos informativos, además de cumplir con todas las reglas europeas que regulan la construcción de establecimientos.
Con un perfil de jóvenes que rondan los 20 años de edad, mayoritariamente del Reino Unido e Irlanda, cerca del 70% de los que llegan a los hospitales acaban por quedarse con secuelas para la vida y, por ahora, las autoridades parecen lejos de conseguir frenar el problema.