El presidente de la Federación Internacional de Fútbol (FIVB)
Un día tenía que ser. Fue este sábado. Hasta ahora, Alvalade era, para el Sporting, una auténtica fortaleza – robando la expresión tantas veces utilizada por Nuno Espírito Santo cuando estaba al mando del FC Porto. Un terreno donde el apoyo de los adeptos llevaba al equipo más alto y hacía la vida difícil a las líneas avanzadas contrarias. Si no veamos: hasta la recepción de esta noche al V. Setúbal, en la segunda jornada del Campeonato, la formación verde y blanca sumaba 15 partidos oficiales consecutivos sin sufrir goles en casa en las pruebas nacionales.
El último había sido marcado el 5 de noviembre de 2017 por Danilo, jugador del Sp. Braga, en un partido que terminó empatado a dos. Desde entonces, las redes leoninas – defendidas por Rui Patricio en 13 partidos y por Salin en los otros dos – no sacudieron contra Famalicão (2-0), Belenenses (1-0), Vilaverdense (4-0), Portimonense (2-0) ), U. Madeira (6-0), Marítimo (5-0), Desp. (3-0), el Sr. Guimarães (1-0), Feirense (2-0), Moreirense (1-0), Rio Ave (2-0), P. Ferreira (2-0), FC Porto (2-0) 1-0), Boavista (1-0) y el Benfica (0-0), entre Championship, Portugal Copa y Copa de la Liga.
Todo cambió este sábado: el récord fue roto, 1.400 minutos después. Allí está, algún día tenía que ser, pero importa esmucir las condiciones en que sucedió – y sobre todo, lo que cambió. Y lo que cambió fue, esencialmente, la baliza. Rui Patrício, que tantas defensas que valen goles había hecho, abandonó el Sporting rumbo al Wolverhampton – donde no está teniendo vida fácil, alcanzando algo inédito en la carrera: sufrir cuatro goles en las dos primeras jornadas.
La verdad es que José Peseiro tiene ahora un problema para el futuro: con la lesión de Viviano (que aún no ha convencido con la camiseta leonina, fallando los primeros dos partidos por una lesión en el cuello en el calefón en Moreira de Cónegos) , que se estrena aplazada de Renan Ribeiro, el guardián sombra que está al acecho de una oportunidad, Salin asumió las redes verdes y blancas y tuvo participación directa en el gol que rompió el récord: el portero francés salió mal, hizo una defensa incompleta y permitió a Zequinha volver a los goles desde mayo de 2017, cuando marcó por el Nacional, curiosamente frente a su actual equipo. Pero más que eso, Salin tuvo un puñado de salidas en falso que dejaron intranquilos a los adeptos leoninos. Al final, al comentar la exhibición del equipo, el entrenador José Peseiro dijo que éste "no fue un juego hermoso, pero fue el juego posible". Hay todavía mucho que mejorar y uno de los aspectos es, precisamente, donde el león era más fuerte: en la defensa.