El nuevo tratamiento para el accidente cerebrovascular puede llegar a todos los brasileños
Hacer que los más de 100 millones de brasileños atendidos por el SUS (Sistema Único de Salud) tienen acceso a diferentes tratos no es fácil. Hay muchos pasos hasta que se aprueba una nueva terapia, como la prueba de seguridad y eficacia a través de estudios clínicos y la presentación de evidencia práctica y objetiva sobre la viabilidad de su costo-beneficio.
Actualmente, está en la agenda del Conitec (Comisión Nacional para la Incorporación de Nuevas Tecnologías), órgano que asiste al Ministerio de Salud para aprobar o no nuevos tratamientos, el trombectomía mecánica. Este es un procedimiento mucho más eficaz para tratar Accidente cerebrovascular isquémico. En un principio, el método recibió una valoración positiva en su presentación y pasó por una consulta pública, que ahora será analizada.
Pero aún nos queda un largo camino por recorrer para cambiar el escenario de este alarmante problema de salud pública mundial: El accidente cerebrovascular es una de las principales causas de muerte y discapacidad.. Cada año, 13,5 millones de personas sufren un accidente cerebrovascular en todo el mundo, 5,5 millones mueren y 26 millones viven con una discapacidad permanente. Brasil, en cambio, registra 400 mil casos de la enfermedad por año, con 100 mil muertes y más de 170 mil hospitalizaciones en el SUS, según el Ministerio de Salud.
Hay dos tipos de accidente cerebrovascular: isquémico (accidente cerebrovascular) y hemorrágico (accidente cerebrovascular). El primero es el más común y representa alrededor del 80% de los casos. Es causada por una obstrucción de los vasos que llevan sangre al cerebro.
Es para esta condición que se destina la trombectomía mecánica, un procedimiento mínimamente invasivo que, a través de un catéter, es capaz de llevar un dispositivo llamado stent para eliminar el coágulo del vaso sanguíneo afectado.
Para certificar la efectividad de este método, se realizaron varios estudios, entre ellos Resiliente, realizado por el Hospital de Clínicas de Porto Alegre. Estos estudios concluyeron que el procedimiento proporciona una mejor calidad de vida al paciente, aumentando su capacidad funcional (cognitiva y motora) y otorgando una mayor independencia en la vida después del ictus.
La investigación también señala que el 46% de los pacientes que se sometieron a esta nueva técnica demostraron ser independientes después de tres meses de tratamiento, frente a solo el 26,5% del grupo que recibió trombólisis intravenosa, el tratamiento más tradicional. Así, se puede decir que la trombectomía mecánica reduce las tasas de mortalidad, la duración de la estadía y brinda más posibilidades de una buena recuperación después del accidente cerebrovascular.
Estos resultados nos ayudan a comprender la importancia de que este tratamiento sea accesible a toda la red de salud pública. Además de reducir la mortalidad de las víctimas de accidente cerebrovascular isquémico, el procedimiento interfiere positivamente con el estado general del paciente, haciéndolo recuperarse mejor y antes.
En la práctica, esto significa una reducción del gasto público, ya que la técnica garantiza un mejor pronóstico, menor estancia hospitalaria, además de disminuir los gastos con tratamientos complementarios y menores costos para el SUS.
Ya tenemos el privilegio de tener el SUS, uno de los pocos y más grandes programas sociales del mundo, para garantizar el acceso universal a la atención médica. Pese a ello, necesitamos con urgencia ampliar la oferta de tratamientos, así como ampliar la red de hospitales que son referencia en el tratamiento del ictus.
No hay tiempo que perder. Cuando una persona sufre un derrame cerebral, mueren alrededor de 1,9 millones de neuronas por minuto. LA rapidez de atención y tratamiento adoptado asegurarse de que esta pérdida se mitigue.
Es necesario no solo reducir el tiempo entre el inicio de los síntomas y la llegada del paciente al servicio de emergencia, pero proporcionan intervenciones más innovadoras y apropiadas para satisfacer las diferentes necesidades de los pacientes. Estos avances pueden representar un hito en el destino de tantos brasileños.
* Sheila Martins es neuróloga, presidenta electa de la World Stroke Organization (WSO), organización internacional que busca reducir el impacto global del ictus, y Rede Brasil AVC, además de coordinadora del estudio Resilient