El nacionalismo de exclusión





La previsible crisis de abastecimientos y consecuentes desajustes que una salida del Reino Unido de la UE sin acuerdo puede dar lugar, ha sido motivo para que los conservadores de la línea dura del Brexit evocan la célebre resiliencia británica, recordando la actitud de firmeza y serenidad con que los súbditos de Su Majestad enfrentaron las agrias de la II Guerra Mundial. De esta forma, intentan desdramatizar la situación, argumentando que los británicos resistirán pacíficamente a las dificultades que se adivinan.





Tal ejercicio de analogía que se revela, desde luego, un error, es sólo un ejemplo más, fácilmente desmontable además, de un uso ideológico de la historia y de la identidad nacionales con fines políticos, y en el que se basa, en buena medida, Brexit.

En efecto, la comparación es un fallo porque, contrariamente a lo que sucedió en el último conflicto mundial, la crisis no se genera por un factor externo, sino por un conflicto interno. Si el combate a Alemania nazi unía a los británicos, el Brexit los divide por la mitad. Por otro lado, los británicos, acostumbrados a vivir en una sociedad de abundancia, pueden, a su vez, reaccionar de forma violenta a una súbita escasez, que simplemente desconocen.

Además, el hecho de que los ingleses no sean siempre pulidos y fleumáticos en tiempos de crisis, contrariamente al aludido ejemplo histórico. Las manifestaciones violentas ocurridas en la década de los ochenta contra las medidas impopulares de Margaret Thatcher, que tuvieron su corolario en la contestación callejera encuesta de impuestosen 1990, demuestran precisamente lo contrario.

Sin embargo, como se ha dicho, este ejercicio comparativo, se inscribe en un concepto identitario que los defensores del Brexit concibe como justificación de las ventajas e incluso de la necesidad vital de la desvinculación de la UE. En una perspectiva aislacionista, en una insularidad que va mucho más allá de la geografía, este sector del Partido Conservador se esfuerza en sostener sobre una idea de nación que el tiempo y las circunstancias políticas han pasado anacrónica.

Imaginando un Reino Unido en todo diferente de Europa, con una tradición política, instituciones, hábitos y modos de ser -de los que forma parte la famosa resiliencia-, una arquitectura o un paisaje exclusivamente suyos, desean un país radicalmente separado del continente, que continúan a encarar como hostil y amenazador, y descaracterizador de las mencionadas particularidades, cuya preservación depende de la construcción de una muralla invisible que las mantenga intactas, libres de la contaminación exterior.

Este "nacionalismo de exclusión", para usar la expresión de la historiadora Anne-Marie Thiesse, y que conoce actualmente un renovado impulso no sólo en el Reino Unido, pero un poco por toda Europa, tiene antecedentes poco recomendables, por lo que su rehabilitación es un ejercicio potencialmente nefasto. La identidad nacional, como patrimonio de las patrias, tiene que ser preservada, pero en una lógica de unidad en la diversidad que caracteriza a las sociedades actuales.





Y el proyecto europeo, descontados los excesos federalistas que, actualmente, pocos parecen tener la osadía de defender, es el mejor ejemplo, habiendo contribuido, a través de la cooperación entre los Estados en un mundo post-imperial y de la preservación de una paz duradera, la supervivencia y la prosperidad de las naciones del Viejo Continente.

No serán, pues, las tan propaladas particularidades británicas, como las conciben Boris Johnson o Jacob Rees-Mogg, que evitarán la convulsión en las calles o que promoverán un mirífico renacimiento del Reino, pues la identidad nacional, así entendida, aunque se basa en una idea de la grandeza, hace, por el contrario, las naciones más pequeñas.

El autor escribe de acuerdo con la antigua ortografía.

Ana Gomez

Ana Gómez. Nació en Asturias pero vive en Madrid desde hace ya varios años. Me gusta de todo lo relacionado con los negocios, la empresa y los especialmente los deportes, estando especializada en deporte femenino y polideportivo. También me considero una Geek, amante de la tecnología los gadgets. Ana es la reportera encargada de cubrir competiciones deportivas de distinta naturaleza puesto que se trata de una editora con gran experiencia tanto en medios deportivos como en diarios generalistas online. Mi Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/ana.gomez.029   Email de contacto: ana.gomez@noticiasrtv.com

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