El gobierno espa帽ol depende del amor en el momento de las ventas.
Es una minucia: entre las diversas medidas de deflaci贸n decididas por el gobierno socialista espa帽ol de Pedro S谩nchez, estaba la prohibici贸n de que los inquilinos finalmente abrieran puertas para lanzar saldos, promociones o cualquier otro tipo de ventas agresivas, si los consumidores sedientos no cayeran en la tentaci贸n de api帽amiento. Una semana despu茅s, todo fue al rev茅s: con los fondos de las tiendas llenos de existencias, los atrasos en los alquileres y los consumidores retenidos en una parte incierta, las asociaciones industriales y comerciales lanzaron un llamamiento urgente contra la prohibici贸n, que el gobierno finalmente acept贸.
Tres d铆as despu茅s, el l铆der de la oposici贸n, o uno de ellos, dadas las dificultades que enfrenta S谩nchez en el marco parlamentario, el popular Pablo Casado, dijo todo en una frase: 芦Lo que quede de la legislatura ser谩 una prueba禄. Cuando queda mucho (S谩nchez fue instalado en la segunda semana de este a帽o), todo apunta al ejecutivo de la coalici贸n (una entrega extremadamente dif铆cil que oblig贸 incluso a nuevas elecciones que parec铆an completamente evitables) a pasar cuatro a帽os a la vista.
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