El funeral será la «oportunidad ideal» para acabar con las divisiones en la familia real
El guardián de los príncipes Guillermo y Enrique tras la muerte de la Princesa de Gales confía en que el momento de duelo por la muerte del marido de Isabel II servirá para unir definitivamente a los elementos de la familia real.
La fase de duelo por la muerte del duque de Edimburgo podría ser el momento ideal para poner fin a los conflictos dentro de la familia real, defendió el ex primer ministro británico John Major.
El tutor de los jóvenes príncipes William y Harry, después de la muerte de su madre en 1997, cree que la presencia de Harry en la ceremonia (después de dejar los deberes reales hace un año, viviendo en California) podría ayudar a aliviar la tensión entre los hermanos.
Es la primera vez desde la polémica entrevista de los duques de Sussex con Oprah Winfrey (durante la cual han surgido acusaciones de racismo por parte de Meghan Markle) que Harry se encontrará cara a cara con la familia. Por indicaciones médicas, Meghan, que está embarazada, no estará presente en el funeral.
Las declaraciones de John Major se realizaron durante un servicio conmemorativo realizado este domingo por la mañana por el arzobispo de Canterbury en Windsor. Al final de la celebración, el príncipe Andrew, duque de York, reveló que la reina describió la muerte de su esposo como «haber dejado un gran vacío en su vida».
Por ello, el ex primer ministro cree que, en este momento de dolor, elementos de la familia real podrán resolver sus diferencias, fortaleciendo los lazos que los unen.
«La fricción que se nos dice que ha surgido debe detenerse lo antes posible», dijo John Major a la BBC. «Creo que esta es la oportunidad ideal. Tengo muchas esperanzas de que sea posible superar las divisiones que puedan existir», agregó.
El funeral del príncipe Felipe, fallecido este viernes a los 99 años, tendrá lugar el 17 de abril en la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor. La ceremonia, de carácter privado, se retransmitirá por televisión. Desde el principio, todo Reino Unido guardará un minuto de silencio, que tendrá honores reales y no de estado, cumpliendo un pedido, en vida, del marido de la reina Isabel II.
El duque de Edimburgo participó activamente en la preparación de su funeral, incluso en el proyecto de modificación del vehículo, un jeep, que transportará el féretro, seguido por la familia real.