El desafío ESG podría resultar costoso para los clientes corporativos de los bancos
Los criterios ESG plantean nuevas exigencias a los bancos, pero también a las empresas que tendrán que superar este desafío para poder acceder a financiación para sus proyectos.
OESG (ambiental, social y de gobernanza) es un desafío para las instituciones financieras, lo que obliga al sector a diversificar su oferta para hacerla más “verde”, pero también para ayudar a sus clientes a realizar esta transición. Pero, según los expertos entrevistados por Jornal Económico, más que los bancos, serán las empresas que buscan financiación para sus proyectos las que podrían ser más vulnerables.
“BPI asigna un nivel estratégico y prioritario a las políticas ESG, con la aplicación de principios de sostenibilidad en toda nuestra organización”, afirma Bárbara Costa Pinto, directora ejecutiva de sostenibilidad del banco, detallando que, en 2023, la institución generó una facturación sostenible de alrededor de 1.900 millones de euros.
Santander también dice que está “trabajando para alinear la cartera con los objetivos del Acuerdo de París, empezando por sectores con una exposición más relevante al clima. Y continuaremos apoyando a nuestros clientes en la transición verde, ofreciendo cada vez más productos y servicios que integren criterios ESG”.
Contenido reservado para suscriptores. Para leer la versión completa, acceda a JE Reader aquí