El crimen que tardó 38 años en resolverse
En una semana de marcha por la erradicación de la violencia contra las mujeres, esta es la historia trágicamente perfecta. Carmen Fraile Muñoz murió porque estaba embarazada del hombre equivocado. Hace 38 años La ciencia y el ADN ahora han resuelto el crimen. Él, el escritor, de 74 años, ha sido acusado formalmente de asesinato y aborto. Hace unos meses, escribí en Facebook que las mujeres eran seres iguales que ni siquiera deberían tener que marchar por la igualdad, lamentaron el machismo y elogiaron su poder para "crear vida".
Carmen Fraile Muñoz apareció un día tarde en 1981, llorando y aparentemente embarazada, a la Hermana Josefa. Le pidió que hablara al final de la jornada laboral. Y ya no se veía. Una postal que Josefa nunca leyó, enviada a su abuela paterna, colocaría a su hermana en Barcelona ya en 1982. Carmen tenía 26 años. Hace unos días, un análisis de ADN puso cara a la historia: el compañero en ese momento, un residente alemán en España, es el padre del niño. Mató a su madre, seis meses de embarazo. El cuerpo había sido encontrado por casualidad en 1999, pero solo hace dos años lleva el nombre de Carmen.
El crimen de Manuel Macarro Thierbach, ahora de 74 años, llega al bar en diciembre. Es "El País" el que cuenta la historia. La tesis en el juicio es que Carmen fue asesinada por estar embarazada con una relación extramarital por su pareja, pareja casada y padre de tres hijos.
Manuel había sido presentado al joven fracasado por Josefa y su compañero en ese momento, de quien era amigo el traductor alemán. Carmen le recordó que le había pedido que la conociera con mujeres. Josefa lo vio con su hermana solo ese día, pero supuso que estaban saliendo y que ambos habían ido a Barcelona. Sin olvidar a Carmen, supuso que su hermana había querido cambiar su vida.
Hasta que la edad despertó su necesidad de saber. En 2017, Josefa denunció parte de la desaparición a la policía, porque era necesario resolver el problema de una herencia paterna delgada. Le entregó ADN a ella y a su padre y dijo que cuando desapareció, salió con Manuel Macarro. La policía lo encontró en Barcelona, donde se había establecido permanentemente con su familia, y lo confrontó con el nombre de Carmen. Dije que nunca lo escuché.
Meses después, cuando se enviaban muestras de ADN a las estaciones de policía del país, emitían una señal de advertencia en Manresa, Barcelona. Dieciocho años antes, los trabajos en el jardín de un chalet en Sant Salvador de Guardiola habían llevado al descubrimiento macabro de los huesos de una mujer y un feto de seis meses en su esqueleto. Un disparo en el cráneo. Macarro, mientras era escritor, fue arrestado en diciembre de 2018, admitió haber viajado con Carmen a Barcelona, antes de regresar a Madrid para recoger a su familia, y le dijo que se quedara en la casa unos días más. La prueba de paternidad confirmó que el alemán es el padre del feto. 38 años después.