El cerco de la PJ a los ex gobernantes de Sócrates en la investigación a las PPP. Los costes podrían ascender a 3.500 millones
Rompimiento de secreto bancario para 5 ex gobernantes y respetadas mujeres, búsquedas en una peluquería, acuerdos secretos. Los bastidores de la investigación de la PJ a las PPP, donde Paulo Campos es el gran objetivo.
La Policía Judicial (PJ) no tiene grandes dudas: los indicios constatados en la investigación a las Asociaciones Público-Privadas (PPP) de carreteras apuntan a la supuesta práctica de crímenes graves. Al cabo de siete años de investigación que llevaron a la realización de más de 60 inquisiciones, ya la recogida de pruebas en búsquedas domiciliarias y no domiciliarias a algunos de los que estuvieron involucrados en la firma de los contratos bajo sospechosos, los inspectores de la Unidad Nacional Contra la Corrupción entienden que el Estado se ha visto perjudicado en más de 3.500 millones de euros de una forma supuestamente consciente por parte de algunos de los principales titulares de cargos políticos del Gobierno Sócrates.
El valor corresponde, grosso modo, a dos años de cargas públicas con los pagos a las CPP, aunque la mayor parte de este aumento de cargas no se está pagando. Esto es consecuencia de acuerdos adicionales (que pueden considerarse acuerdos secretos) a los contratos de subconcesiones de carreteras y que no recibieron el visado previo. El Tribunal de Cuentas clasificó estas compensaciones como ilegales, en una auditoría de 2012, y por lo que no se están ejecutando.
A pesar de los ex ministros Mário Lino (Obras Públicas), Fernando Teixeira dos Santos (Finanzas) Carlos Costa Pina (ex secretario de Estado del Tesoro) y de Almería Marques (El ex presidente de la empresa pública Estradas de Portugal) están dirigidos en la investigación de la PJ y el Departamento Central de Investigación Penal y Acción (DCIAP), la consulta realizada por el observador a más de 5000 páginas que componen los registros de la investigación del PPP revela que la PJ considera que existe una supuesta responsabilidad particular de Carlos Campos, ex secretario de Estado de Obras Públicas y el principal operativo del primer ministro José Sócrates en la aplicación de los programas de las CPP de carreteras entre 2005 y 2009. En un informe emitido este año, PJ da a Campos como el principal objetivo de la investigación criminal.
La PJ propuso el 18 de mayo la evaluación de la eventual responsabilidad criminal de los ex titulares de cargos políticos arriba mencionados pero, hasta el momento, el DCIAP aún no lo ha hecho. Por lo menos, nada consta en los autos consultados.
En respuesta al Observador, Paulo Campos afirma total disponibilidad para dar aclaraciones necesarias a las autoridades. "Sin nunca esconderme ni hurtar al debate", subraya. "En más de seis años de investigación nunca fui oído en el proceso". En cuanto a su participación en el debate público sobre el tema de las PPP, considera que la derecha "eligió la criminalización de la inversión pública como su principal bandera". Sobre su supuesta responsabilidad particular, describe así los actos que practicó como secretario de Estado de Obras Públicas y Comunicaciones: "Son públicos, escrutinables e inserta en el marco de las decisiones del Gobierno al que pertenezco y de las responsabilidades compartidas entre el Ministerio de Finanzas y el Ministerio de Obras Públicas ".
Por su parte, abogado de Pablo Campos (Y también el ex gerente de carreteras de Portugal Ana Tomaz), recuerde que sus clientes fueron atacados búsqueda de casi seis años, sin que hasta ahora se hayan constituido acusados. No pudieron por ello "ejercer cualquier derecho procedimentales propio de esa condición" y sólo muy recientemente comenzaron a tener acceso a los autos en la parte que es consultable.
Considerando que sus responsabilidades se han asumido, mediante la defensa fundamentada de las opciones políticas adoptadas y que están en la base de toda esta controversia, adelanta que "proceder también en el proceso penal, aclarando y asumiendo sus responsabilidades y defendiendo dichas opciones adoptadas , si y cuando se les da la ocasión.
El gran foco de la investigación de la PJ y del DCIAP son dos tipos de contratos en régimen de PPP concretados por el Gobierno de José Sócrates:
- Los contratos de las autopistas Sin Costos para el usuario (SCUT) adjudicados por el Gobierno de António Guterres a finales de los años 90, pero cuya renegociación se concretó en 2010. Es esta renegociación que se discute en los autos;
- Las subconcesiones adjudicadas entre 2007 y 2009, en particular la forma en que se eludió un primer plomo del Tribunal de Cuentas a los contratos.
La investigación judicial sobre el universo PPP nace de la renegociación de concesiones de Ascendi en 2010, un paquete que incluye tres ex SCUT – Costa da Prata, Gran Oporto y Beira Litoral Provincia, de alta – y dos concesiones de peaje de la Gran Lisboa y el Norte . Además de la introducción de peajes en las ex SCUT (sigla que significa sin costes para los usuarios), la negociación resultó de la sustitución de los peajes como forma de remuneración de dos concesiones por pagos por disponibilidad, en condiciones favorables para el grupo privado Ascendi que, la fecha era controlada por Mota-Engil y por el BES de Ricardo Salgado.
Fue un comentario de Marques Mendes en la TVI que desencadenó la investigación abierta el 31 de octubre de 2011 por el fiscal En este sentido, el actual presidente del Sindicato de los Magistrados del Ministerio Público. Con el traslado de la causa a DCIAP había dos quejas más penales, uno presentado por el Automóvil Club de Portugal contra Mário Lino, António Mendonça y Paulo Campos.
La renegociación de los contratos de las SCUT surgió por iniciativa del Estado. Es decir, el Gobierno de Santana Lopes ya había anunciado en 2004 que pretendía colocar peajes en las autopistas que no tenían costos para los usuarios y el Gobierno de José Sócrates concretó esa intención. Los peajes avanzaron en 2010 en las tres vías del Litoral Norte, de las cuales dos eran de las Ascendi, y se extendieron a las demás concesiones en 2011.
El proceso de negociación se llevó a cabo en una crisis económica (iniciado en 2008), sino también dentro de un nuevo modelo de financiación del sector vial promovida por doble Mário Lino y Paulo Campos ha reforzado más la necesidad de que estos peajes para garantizar los ingresos de Estradas de Portugal (EP). La empresa de capitales públicos a quienes el Estado concesionó toda la red de carreteras nacional necesitaba tener ingresos propios para poder salir de las cuentas del déficit público.
Las concesiones que se negociaron en paquete tenían modelos distintos de remuneración.
- Las concesionarias SCUT eran remuneradas por el Estado por cada vehículo que pasara en la vía, existiendo un techo máximo y un techo mínimo para esa remuneración. Los privados ganaban en función del tráfico. Pasar al modelo de peajes tendría como consecuencia pérdidas de tráfico.
- Por el contrario, las dos concesiones con peaje eran remuneradas por los usuarios y no representaban cargas o riesgos para el Estado.
Para percibir el razonamiento de la brigada de la PJ coordinada por el inspector jefe Afonso Sales sobre los supuestos perjuicios para el Estado causados por la renegociación de los contratos de las SCUT, es importante percibir el siguiente contexto histórico:
- Antes del inicio formal de las renegociaciones, todas las concesiones de Ascendi tenían tráfico por debajo de las estimaciones iniciales. Esto sucedía en las antiguas SCUT.
- Lo que significa que las concesionarias tenían ingresos sustancialmente inferiores a los previstos;
- Conclusión: a mantener estos resultados por debajo de lo esperado, lo que era bastante probable debido a los años de crisis económica entre 2011 y 2015, el Estado debería tener un ahorro de alrededor de 1,88 mil millones de euros frente al inicialmente previsto.
Además de estos premios aún había casos de concesiones Gran Lisboa y Norte. No eran concesiones SCUT porque tenían peajes. Por otro lado, y precisamente por tener peajes (que era una receta de la concesionaria) el Estado no tenía que hacer ningún pago a Ascendi debido a esas vías. Para iniciar la renegociación con respecto a las concesiones SCUT, Ascendi exigió que el Gobierno también incluye estas dos concesiones de Lisboa y el Norte.
¿Qué ocurrió después de la renegociación, según las inspectoras Ana Matias y Nádia Couto?
- El pago por cada coche que pasaba en la vía fue sustituido por un pago por disponibilidad. Es decir, el Estado pasó a pagar al concesionario un valor por la disponibilidad de una vía que era suya. Tal pago provenía de estudios de tráfico que, de acuerdo con las pericias ordenadas por la PJ, estarían sobrestimados;
- En cambio, el Estado (es decir, el otorgante Estradas de Portugal) ha recibido los peajes que se colocan en todas las carreteras.
supuestamente, los ingresos de los peajes cubrirá los costos con los nuevos pagos por disponibilidad ideados por el secretario de Estado Paulo Campos. De acuerdo con las pericias financieras realizadas por Mariana Abrantes de Sousa (economista y especialista en contratos PPP que llegó a ejercer la función de controladora financiera en los Ministerios de Obras Públicas y de la Salud), esto no se verificó.
El desempeño real de las concesiones estaba muy por debajo de las proyecciones de los casos base definidos en los contratos originales. La suma del valor asociado a los pagos de disponibilidad garantizó así una receta para ascendi de unos 1.300 millones de euros a precios actuales. Este aumento de ingresos, que corresponde a los pagos que la EP se obligó a realizar, acabó por neutralizar el ahorro que el Estado estaba captando en los pagos en función del tráfico real. Y lo que el Estado pasó a ganar con los peajes en las tres SCUT de la Ascendi no llega para compensar las pérdidas que tuvo en la renegociación de las dos concesiones con peaje.
- El peritaje entregado en mayo de 2016 por la experta concluyó que el Valor Actualizado Líquido (VAL) del grupo Ascendi – es decir, los valores a precios actuales que la concesionaria tenía que recibir de la EP–– Se pasó de 2,65 mil millones de euros a 5,33 mil millones de euros, de los que se obtienen 3,7 mil millones de euros en el primer SCUT y 1.18 mil millones en subvenciones de la Gran Lisboa y el Norte.
- El resultado, concluyen los expertos, fue un saldo negativo para el Estado de 466 millones de euros y la transferencia de una parte significativa de las cargas para los usuarios pasan a pagar el peaje.
Por otro lado, los expertos consideraron que, con el paso a la disponibilidad de pago (en lugar de los peajes), el riesgo de tráfico fue trasladado de utilidades para el otorgante Estradas de Portugal (EP). Esto es, el Estado pasó a asumir el riesgo de tráfico, lo que debería haberse materializado en ahorro para parte pública y en una caída de remuneración para la parte privada. Pero al contrario, se produjo un agravamiento de las condiciones financieras para la concedente EP.
En su análisis, Mariana Abrantes alerta aún para las proyecciones de tráfico:
- Las optimistas -que corresponden a las previsiones del INIR-Instituto de las Infraestructuras Rodoviarias, regulador del sector vial, que preveían una caída de apenas 15% en los ingresos con el cobro de la SCUT
- Y las irrealistas – que son las del concedente EP. La empresa de capitales públicos logró tener proyecciones aún más favorables que las de las propias concesionarias, que sirvieron de base a esta renegociación.
En realidad, las caídas de tráfico llegaron al 30% y el 40% en algunas concesiones. Un dato que muestra cómo el Estado fue mal preparado para este proceso negociador, enfatizan los expertos y pone de manifiesto a PJ en sus informes.
El ex secretario de Estado remite al informe de la comisión de negociación de las concesiones SCUT, elaborado por cinco prestigiosos y experimentados técnicos de la administración pública que atribuyen a dicha negociación un beneficio para el Estado de 1, 8 000 millones de euros y un descenso de más del 20% de la TIR (tasa interna de rentabilidad) de las concesionarias. Y subraya que fue base en ese informe de esos técnicos que decidió aprobar la negociación de las antiguas SCUT, "en cumplimiento escrupuloso de la legislación en vigor".
Otra cuestión de investigación se refiere a los contratos de subconcesiones que fueron adjudicados por el Gobierno de José Sócrates entre 2007 y 2009. Los concursos para siete subconcesiones se lanzaron en un momento de pre-crisis, pero su adjudicación se hizo en medio de la tormenta financiera siguió a la caída del banco estadounidense Lehman Brothers en septiembre de 2008, lo que hizo disparar los costos financieros de estos proyectos. Prácticamente todas las propuestas que pasaron de la primera fase a la llamada fase mejor y final oferta (BAFO) sufrieron subidas del precio, debido al aumento de los costes cobrados por los financiadores.
¿Cuál es el problema? La ley de licitación no permite que las propuestas de BAFO sean superiores a las de la primera fase. Todo porque la fase de negociación final, la BAFO, sirve para que el Estado negocie directamente con los dos competidores más bien colocados y lograr más ventajas por intermedio de la competencia entre los privados.
En opinión de los expertos financieros y PJ, el Estradas de Portugal tenía una justificación suficiente para no adjudicar la licitación – este fue también el punto de vista de InIR, el sector vial regulador. Pero eso no es lo que la administración de EP (ahora Portugal Infraestructura), dirigido por el Marques Almerindo hizo bajo presión política que llegó a ser aceptado por el ex presidente de Portugal carreteras en la comisión de investigación parlamentaria a PPP.
(…) Sócrates "presionaba las estructuras políticas, el señor secretario de Estado de las Obras Públicas, para darme instrucciones en ese sentido." "Existió" presión del primer ministro de la época para ser contractualizada más y más obra.
Afirmación de Almerindo Marques en la comisión parlamentaria de investigación de las PPP en 2013
Según el gestor, existía "Presión del primer ministro de la época para ser contractualizada más y más obra". Preguntado sobre cómo se hacía esa presión, Almerindo Marques dijo que tal presión fue efectuada a través de Paulo Campos. Sócrates "Presionaba las estructuras políticas, el señor secretario de Estado de Obras Públicas, para darme instrucciones en ese sentido", declaró Almerindo.
A propósito de su papel como intermediario de las orientaciones del entonces jefe del Gobierno, José Sócrates, Paulo Campos aclara que no existió "la supuesta figura del operativo", ni en la estructura gubernativa, ni en la práctica. Subraya que ha habido "evidente compartición de responsabilidades" y asegura que siempre ha ejercido la función "de conformidad con la ley y el interés público".
El calendario de los concursos se mantuvo, a pesar de los signos evidentes de la crisis financiera global, y la EP, con conocimiento de la tutela, aceptó que las propuestas de la fase BAFO subieran significativamente frente a la fase inicial. La PJ, sobre la base del informe de los expertos financieros, considera que habrá ocurrido una opción consciente e intencional de no respetar los Programas de Concurso y la Ley de Contratación Pública y "apunta el dedo" a tres entidades diferentes:
- Los competidores;
- Las Comisiones de Análisis de Propuestas (CAP) que aceptaron las propuestas más caras en la fase BAFO;
- Y la EP, encabezada por Almerindo Marques.
Todas ellas, especialmente las CAP y la EP, las entidades bajo escrutinio criminal, tenían gran experiencia, enfatizan los inspectores Ana Matias y Nádia Couto en informes de la Judiciaria. Por ejemplo, Ernesto Batista Ribeiro (Comisión de Renegociación de las Scuts) y Francisco Pereira Soares (Comisión de Renegociación de las SCUTS), además de Rui Manteigas y otros responsables de la EP fueron objeto de búsquedas judiciales.
Los informes de la PJ, elaborados sobre la base de los diversos informes de expertos, no ahorra en los adjetivos para describir la supuesta gravedad de lo que está en juego, hablando de irregularidades, falla grave y en cadena de diversas normas prudenciales.
Por eso mismo, fue sorprendente que el Tribunal de Cuentas chupó las subconcesiones, rechazando en 2009 el visto previo a los primeros cinco contratos. La negativa de visado cayó que ni una bomba en el Gobierno de José Sócrates y llevó a la implicación del propio primer ministro en las negociaciones que se desarrollaron con el Tribunal de Cuentas, entonces liderado por Guilherme Oliveira Martins (ex ministro de Educación y Finanzas de los Gobiernos de Antonio Guterres).

El Tribunal de Cuentas acaba de aceptar que EP presentara contratos reformados con los valores de las ofertas originales que, a primera vista, presentaban costes más bajos que los que se sometieron a visado previo en la primera fase. El problema es que se han firmado anexos a los contratos (las llamadas letras de canciones) que contenían un nuevo mecanismo de pago a las concesionarias, la llamada "Compensación Contigente".
¿Cuál es el problema de esta compensación? En la óptica de los expertos financieros y de la PJ, son varios y profundos.
- Son pagos extracontractuales que pretenden compensar a las concesionarias por bajar sus propuestas en BAFO y eludir la negativa de visado previo del Tribunal de Cuentas;
- Este mecanismo de remuneración no estaba previsto en el contrato original, por lo que no tiene justificación comercial o contractual;
- El compromiso de pago no figura de forma clara y explícita y cuantificada en el Contrato de Subconcesión
- Los importes a pagar son definidos por los bancos en una llamada "carta de consentimiento" (traducción de la expresión inglesa "Consent Letter", Y, a pesar de su aceptación por dos administradores de la empresa liderada por Almerindo Marques, la PJ tiene dudas de que todos los procedimientos que son aplicables a una sociedad de capitales públicos como la EP hayan sido cumplidos.
La auditoría realizada en 2012 por el Tribunal de Cuentas detectó estos pagos contingentes que consideró ilegales por no haber sido sometidos al visado previo dado en 2010. Según esta auditoría, estas compensaciones fuera del contrato, también mencionadas como acuerdos secretos, representaban cargas adicionales a precios de la altura de 705 millones de euros. Esta conclusión tuvo consecuencias prácticas. La IP no está pagando dichas compensaciones, porque son ilegales ante los ojos del Tribunal.
A pesar de que la auditoría del Tribunal de Cuentas había anticipado las conclusiones de la pericia de Mariana Abrantes de Sousa, el informe entregado a la PJ dice que los jueces no consiguieron a cuantificar el impacto financiero de la carga extraordinaria asumida fuera de las reglas del concurso y que estima ser de 3,13 mil millones de euros al final de los contratos. Este es el valor de los flujos de pago acumulados a lo largo de los 30 años de duración de las concesiones. Cuando traducimos la cuenta al VAL – un indicador que permite evaluar un activo hoy (en este caso en 2010) teniendo como base flujos de efectivo generados en el futuro – el agravamiento es del orden de los 808 millones de euros.
El ex secretario de Estado de Obras Públicas, en respuesta al observador, señala que este proceso fue la responsabilidad de Estradas de Portugal, que puso en marcha el sub-concesiones, a diferencia de la SCUT que eran premios del propio Estado. Paulo Campo contradice la tesis de que los contratos reformados hayan perjudicado al Estado. Dice que defienden el interés público porque permiten la refinanciación de los proyectos con el Estado a quedarse con la totalidad de los beneficios de esa operación. Sólo si dicha refinanciación-a unos costes más bajos de los obtenidos en la cumbre de la crisis financiera- no se realizaba, habría lugar a dichos pagos contingentes.
¿Y por qué ese beneficio no se concretó? El ex secretario de Estado apunta el dedo al proceso de renegociación conducido por el Gobierno PSD / CDS que "Desgraciadamente y extrañamente, a pesar de la caída entre 2010 y 2015 en los costes de financiación "no incluyó las operaciones de refinanciación en las nuevas condiciones.
El Estado, dice, no aprovechó el beneficio de la caída de esos costos, a pesar de que el entonces secretario de Estado de Obras Públicas – Sérgio Monteiro – y el presidente de la comisión de renegociación y actual presidente del Nuevo Banco – Antonio Ramalho – ser "profundos conocedores de los derechos beneficios potenciales para el Estado "y la caída de ingresos para los bancos, si hubieran hecho la refinanciación.
Los expertos y economistas Mariana Abrantes de Sousa y José Pereira Moreira son particularmente duros en el análisis de la figura de las "compensaciones contigentes". Además de considerar el mecanismo como inédito, sólo justificado por incumplimientos y fallas procedimentales, añaden que no respeta ningún mecanismo de salvaguardia del interés público, ya que éstos fueron contorneados, ignorados o distorsionados.
Lo que plantea la duda: ¿cómo fue posible el Tribunal de Cuentas aprobar los contratos reformados, de los que formaban parte estas compensaciones contingentes? Esta es también una cuestión que está siendo analizada por la investigación de la PJ.
Por ejemplo, se intercambiaron varios correos electrónicos intercambiados entre el ex secretario de Estado Paulo Campos y José Tavares, juez consejero y ex director general del Tribunal de Cuentas. Además de Tavares haber enviado de su email personal a Campos una copia del contradictorio a un informe de auditoría del propio tribunal, la PJ enfatiza que existe una gran proximidad entre los dos.
La primera duda es simple de explicar: el Tribunal de Cuentas tuvo conocimiento de las "Consent Letter"Firmadas por dos miembros del Consejo de Administración liderado por Almerindo Marques?
Se han interceptado varios correos electrónicos intercambiados entre el ex secretario de Estado Paulo Campos y José Tavares, juez consejero y ex director general del Tribunal de Cuentas. Además de Tavares haber enviado de su email personal a Campos una copia del contradictorio a un informe de auditoría del propio tribunal, la PJ enfatiza que existe una gran proximidad entre los dos.
La posición de la institución liderada entonces por Guillermo de Oliveira Martins siempre fue que tales documentos, como las cartas de consentimiento, fueron escondidas del tribunal. Pero varios dirigentes de la EP, como Rui Manteigas y João Canto e Castro, por ejemplo, testificaron precisamente lo contrario en los autos. Este último, que es director del Departamento de Asesoría Jurídica de la EP (ahora Infraestructuras Portugal) desde el año 2008, aseguró a los investigadores que los pagos contingentes integraban los contratos reformados sometidos a visado previo y que se acordaron previamente con los jueces del Tribunal de Cuentas.
Almerindo Marques, entonces presidente de la EP, ya había asegurado lo mismo cuando depuso en marzo de 2013 en la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) a las PPP. Durante los trabajos parlamentarios se revelaron varias reuniones supuestamente secretas entre miembros del Gobierno de José Sócrates y jueces del Tribunal de Cuentas para encontrar la mejor forma de eludir la primera negativa de visado previo del Tribunal de Cuentas.
Una de esas reuniones habría tenido lugar un sábado en la Presidencia del Consejo de Ministros, donde habrán estado presentes el entonces ministro Mário Lino, el ex secretario de Estado Paulo Campos y José Tavares, el entonces director general del Tribunal de Cuentas.
El propio Guillermo de Oliveira Martins, que fue elegido en 2005 por el entonces primer ministro José Sócrates para liderar el tribunal, admitió, al testificar en los autos, que también participar en reuniones con el Gobierno. El ex ministro de António Guterres dijo en la PJ, sin embargo, que nunca sufrió ningún tipo de presión por parte del Ejecutivo de Sócrates para emitir el visado previo a los contratos de las subconcesiones y negó haber proporcionado documentos o instrucciones para la EP reformar los contratos de forma a acomodar las críticas del tribunal. Sólo admitió que pueden haber sido entregadas sentencias públicas del Tribunal que se encuentran disponibles en el sitio de la institución.

Sobre este tema, Paulo Campos refiere que el proceso de obtención del visado previo "fue hecho escrupulosamente de acuerdo con las instrucciones emanadas por el Tribunal de Cuentas".
La atención de la investigación no se agota en las antiguas SCUT y subconcesiones y llegan al Túnel de Marão, concesión que acabó por ser rescatada por el Estado en 2013. De acuerdo con el informe intermedio de la Policía Judicial del 18 de mayo de 2018, los compromisos asumidos por el Estado El Estado de reembolso a la Caja General de Depósitos por las financiaciones a la concesionaria del Túnel de Marão pueden implicar responsabilidad criminal para quien las suscribió. Esto en el caso de que se consideren garantías de Estado y si no se cumplen los requisitos legales exigidos.
En el caso de que se trate de cartas firmadas en el segundo Gobierno de José Sócrates, por los ex secretarios de Estado de Obras Públicas, Paulo Campos, y del Tesoro y Finanzas, Carlos Costa Pina, en que el Estado asume, bajo determinadas condiciones, la responsabilidad de pagar a la empresa CGD los préstamos concedidos por el banco del Estado a la concesionaria que estaba construyendo el Túnel de Marão. En el marco de estos compromisos, El Estado pagó 198 millones de euros a la Caja a finales de 2011, ya por decisión del Gobierno del PSD / CDS, un valor que equivale en la práctica a la inversión hecha por la concesionaria.
La sospechosa mencionada en el documento consultado por el Observador es sostenida en el testimonio del antiguo director del INIR (Instituto de las Infraestructuras de Carreteras) dado en el marco de la investigación criminal a las PPP. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que el presidente de la República, José Luis Rodríguez, dijo que el presidente de la Cámara de Representantes, la posición defendida por la concesionaria. Esta decisión ha dificultado la gestión de los litigios del Estado con esta concesionaria que estaba liderada por la Somague, considera Neves Soares.
El antiguo director de regulación del INIR, organismo hoy incorporado en el IMT, dice que, si dichas cartas representan la emisión de garantías personales del Estado, presume que las mismas no habrán cumplido todas las reglas previstas en el marco legal para su emisión. En ese sentido, y en virtud de dicha legislación, podrá existir responsabilidad criminal resultante de la suscripción de esas cartas, concluye la PJ.
El apoyo financiero de la Caja fue negociado después de que los bancos financiadores suspendieran la financiación a esta concesión tras una decisión del tribunal que ordenó parar las obras en respuesta a una providencia cautelar de la empresa Aguas del Marão. El Gobierno aceptó que ésta era una circunstancia excepcional y no declaró el incumplimiento del contrato, aceptando ajustar el calendario y el equilibrio financiero de la concesión.
Rui Neves Soares entregó a los investigadores dos cartas enviadas a la agrupación responsable de la concesión del Túnel de Marão, y que son firmadas por los secretarios de Estado del Tesoro y Obras Públicas, en nombre de los ministros. Estas cartas definen las condiciones en que el Estado tendrá que sustituir a la concesionaria en el pago de las financiaciones concedidas por la Caja y que permitieron proseguir con las obras del Túnel de Marão en nombre del interés público.
Las cartas remiten a un oficio de 12 de agosto de 2010, firmado por los dos secretarios de Estado. El Estado reconoce que está interesado en que la concesionaria obtenga fondos para proseguir los trabajos de construcción y dice que tiene condiciones para responder a los problemas verificados en esta concesión y que, en su opinión, ponen en cuestión el interés público.
Una de esas condiciones pasa por la posibilidad de asumir la posición de los privados en el caso de que la concesión sea extinguida. En este escenario, el Estado quedaría responsable como parte del contrato por los pagos de los valores debidos a la Caja en la fecha acordada, esto si no ocurren los siguientes hechos: una sentencia judicial que obligue a parar la obra, la suspensión de los trabajos por otras razones, la rescisión o el secuestro del contrato por el Estado, y si no se negocia otro contrato de financiación.
En respuesta al Observador, el ex secretario del Estado del Tesoro, Costa Pina, asegura que no se concedió ninguna garantía del Estado,"Ni tiene esa calificación una declaración que explicita compromisos o un entendimiento sobre la manera en que serán honrados. No es igualmente una garantía la afirmación de que se debe aquello que se viene a reconocer que se debe ".
Recordando que la concesión en cuestión fue "operativamente bloqueada por los bancos financiadores que querían rescindir o renegociar el contrato de financiación aumentando su costo ", defiende que la solución" encontrada pretendió, por lo tanto, proteger el interés público, no agravar las cargas contratadas, evitar la movilización y desmovilización de máquinas, equipos y equipos las personas y los costes asociados que una parada generaría, y evitar también los consiguientes despidos ".
La preocupación del Estado era la de mantener las condiciones financieras de los contratos existentes del Túnel de Marão, muy favorables por ser anteriores a la crisis financiera. "En sentido contrario, los bancos financiadores, liderados por su representante Dr. Sérgio Monteiro" pretendían una revisión del precio de las financiaciones contratadas para evitar pérdidas para los financiadores.
Respuesta de Paulo Campos al Observador
Paulo Campos sublinha que a preocupação do Estado era a de manter as condições financeiras dos contratos existentes, muito favoráveis por serem anteriores à crise financeira. “Em sentido contrário, os bancos financiadores, liderados pelo seu representante Dr. Sérgio Monteiro” pretendiam uma revisão do preço dos financiamentos contratados para evitar perdas para os financiadores. O Governo do qual fez parte, sublinha, “opôs-se a essa pretensão”, procurando dar condições financeiras à concessionária para garantir o cumprimento dos contratos financeiros. As cartas emitidas pelos dois secretários de Estado procuraram assim evitar que os bancos abandonassem o contrato e “foram subscritas no cumprimento da legislação em vigor e defendiam o Estado”, assinala ainda Paulo Campos.
Na posse dos investigadores estão duas cartas enviadas ao agrupamento privado responsável pelo projeto, assinadas pelos secretários de Estado do Tesouro e Finanças, entre 2010 e 2011, onde o Estado se reconhece como devedor de todos as operações financeiras concedidas pela Caixa, caso se verifiquem determinadas condições. São referidas três operações, a primeira de 110 milhões de euros em que a CGD recebe créditos titulados por faturas emitidas nesse valor, a segunda de 42 milhões de euros e uma terceira de 50 milhões de euros, em que as eventuais responsabilidades do Estado pelo pagamento à Caixa são reafirmadas numa carta com data de 6 de abril de 2011 – o mesmo dia que o então primeiro-ministro José Sócrates anunciou o pedido de ajuda financeira internacional.
Quando a data prevista para o pagamento chegou, em dezembro de 2011, o Governo de Passos Coelho, com Sérgio Monteiro nas Obras Públicas, fez o reembolso de 198 milhões de euros à CGD. Esta operação acabou por ser incluída num orçamento retificativo desse ano, contribuindo para o défice de 2011.
A decisão de reembolsar o banco público foi justificada em abril de 2013 no Parlamento pelo então primeiro-ministro, Pedro Passos Coelho, com um despacho “ruinoso” assinado pelos ex-secretários de Estado do Governo de Sócrates que definiu as condições em que o Estado assumia o pagamento da obra inserida na autoestrada entre o Porto e Vila Real.
A preocupação do Estado era a de manter as condições financeiras dos contratos existentes do Túnel do Marão, muito favoráveis por serem anteriores à crise financeira. "Em sentido contrário, os bancos financiadores, liderados pelo seu representante Dr. Sérgio Monteiro" pretendiam uma revisão do preço dos financiamentos contratados para evitar perdas para os financiadores.
Resposta de Paulo Campos ao Observador
Nas respostas ao Observador, Paulo Campos afirma que com a decisão de Sérgio Monteiro, o Estado “desvinculou-se dos contratos que o favoreciam, beneficiando claramente os bancos financiadores” que se libertaram de contratos que não lhes eram favoráveis. Já em 2013, o antigo secretário de Estado garantiu que o Governo do qual fez parte “não deixou nenhum documento que obrigasse o Estado a fazer o pagamento sem que antes estivesse executada a condição de que era o próprio Estado a assumir-se no papel de concessionário, fazendo o resgate da concessão”, o que à data não tinha acontecido.
Só um ano e meio após o pagamento dos tais 198 milhões à Caixa, em junho de 2013, é que o secretário de Estado das Obras Públicas e o secretário de Estado das Finanças, Manuel Rodrigues, rescindiram o contrato da concessionária depois de as obras terem parado em junho de 2011 e de meses de negociações infrutíferas com os privados. O Estado invocou o incumprimento definitivo “em resultado de violações graves e não sanadas das obrigações contratuais”, nomeadamente o incumprimento da data prevista para a abertura dos primeiros troços ao tráfego prevista para o final de 2012. A Infraestruturas de Portugal, então liderada por António Ramalho, assumiu a concessão e concluiu o projeto que abriu ao tráfego em 2016.
O processo de rescisão deu origem várias litigâncias e pedidos de indemnização do Estado e da concessionária e a uma decisão de tribunal arbitral desfavorável ao Estado.
A leitura e a análise dos contratos das PPP rodoviárias sempre foi muito complexa. Na prática, só a reunião de uma equipa constituída por um jurista (para decifrar a linguagem jurídica), um engenheiro (para interpretar os pormenores técnicos das vias) e um matemático (para fazer os cálculos subjacentes ao contrato) permitiria interpretar corretamente os documentos sob investigação judicial desde 2011.
Por isso mesmo, a PJ solicitou a realização de uma perícia às fórmulas matemáticas contidas nos contratos das concessões ex-SCUT que foram renegociados em 2010 — e que são essenciais para apurar os pagamentos devidos pela EP às concessionárias, nomeadamente os pagamentos por disponibilidade que foram introduzidos com a renegociação de 2010. E o resultado, entregue a 14 de março de 2016, é devastador para a credibilidade dos contratos subscritos pelo Estado, tal como a SIC noticiou esta semana.
De acordo com os peritos matemáticos José Matos (do Instituto Superior de Engenharia do Porto e do Centro de Matemática da Universidade do Porto) e Fernando Mirada (da Universidade do Minho), eis os principais problemas:
- Textos incompletos, opções injustificadas, definições imprecisas e fórmulas com erros;
- As fórmulas são mais complexas do que o necessário, para dificultar o escrutínio;
- Não são explicadas nem as fórmulas, nem os seus objetivos, nem os valores dos parâmetros que as integram, deixando obscuros os montantes que daí resultam;
- Diversas fórmulas contém fatores multiplicativos de elevado risco no resultado;
- E outras, nomeadamente as que estão relacionadas com os dados da sinistralidade, permitem a aplicação de um denominador nulo, inviabilizando a aplicação das fórmulas;
Matemáticos das universidades do Porto e do Minho constataram que as cláusulas que incluem as fórmulas matemáticas utilizadas no cálculo das remunerações por disponibilidade dos contratos das PPP contêm erros graves. Daí a conclusão de que terão sido elaboradas com amadorismo e displicência. Estão em causa 1,3 mil milhões de euros.
Daí a conclusão dos peritos de que as cláusulas que incluem as fórmulas matemáticas utilizadas no cálculo das remunerações por disponibilidade — que, recorde-se, valeram, só no caso da Ascendi, uma receita de 1,3 mil milhões de euros — terão sido elaboradas com amadorismo e displicência.
Ana Sofia Tomaz é outra personagem em destaque nos autos do inquérito das PPP, onde se investigam indícios de alegados crimes de participação económica em negócio, gestão danosa, burla agravada, tráfico de influências, fraude fiscal, branqueamento de capitais e associação criminosa.
Trata-se de uma ilustre desconhecida que foi assessora de Paulo Campos na Secretaria de Estado das Obras Públicas, tendo ganhado notoriedade quando foi escolhida por Campos para entrar no conselho de administração das Estradas de Portugal (EP) em julho de 2010. A PJ entende que a sua eventual responsabilização criminal deve ser considerada pelo Ministério Público por ter sido encontrada, durante buscas realizadas no seu domicílio, uma quantidade significativa de documentação oficial e confidencial da EP, hoje Infra-Estruturas de Portugal, que Tomaz terá alegadamente divulgado a terceiros, com alegado prejuízo do interesse público.
A PJ entende que deve ser considerada a eventual responsabilização criminal de Ana Tomaz, ex-assessora de Paulo Campos, por ter sido encontrada em sua casa uma quantidade significativa de documentação oficial e confidencial da EP. Tomaz terá alegadamente divulgado tal documentação a terceiros, com alegado prejuízo do interesse público.
Em esclarecimentos prestados ao Observador, Ana Tomaz diz que é “totalmente falso que tenha enviado para quem quer que seja quaisquer decisões e deliberações confidenciais”. Justifica que as informações “não confidenciais” foram enviadas ao ex-secretário de Estado e deputado Paulo Campos, no cumprimento das “obrigações como administradora e dos deveres de transparência e informação”.
Nos autos do inquérito das PPP consultados pelo Observador, Ana Tomaz é referida por por diversas vezes — sempre como uma grande aliada de Paulo Campos. De acordo com a PJ, não só costumava enviar com regularidade as decisões e deliberações confidenciais tomadas pelo conselho de administração da EP, como também tinha acesso a um caixa de correio eletrónico pessoal de Paulo Campos que ambos utilizavam para troca de documentos e informações.
Por isso mesmo, a PJ incluiu a atual diretora de Segurança Rodoviária da EP na primeira leva de buscas judicias da investigação às PPP que levaram o juiz Carlos Alexandre e a Judiciária aos domicílios de Mário Lino e de Paulo Campos em 2012. Na altura, um cabeleireiro de Ana Tomaz em Lisboa, chamado Be Trendy, foi igualmente alvo de buscas. A PJ suspeitava igualmente que o estabelecimento comercial tinha um sistema de faturação paralela para alegadamente omitir receitas ao fisco mas durante a busca nada foi detetado ou apreendido. Sobre esta tema, a ex-gestora diz que essa suspeita é falsa, salientando que é sócia minoritária do referido estabelecimento, não tendo responsabilidade na gestão.
Nas respostas ao Observador, Ana Tomaz assinala a oposição da administração a que pertencia na EP face a opções do Governo PSD/CDS e do então secretário de Estado, Sérgio Monteiro — nomeadamente o chamado duplo pagamento à concessionária Lusoponte, a não aplicação de multas às subconcessionárias por incumprimento contratual. Acrescenta que quando o conselho de administração da qual fez parte foi destituído pelo Governo, não lhe foi dado um gabinete, “tendo sido remetida toda a documentação de trabalho existente no seu gabinete para a sua casa”.
Os crimes de corrupção ativa e passiva estão a ser investigados desde 2011 mas até agora ainda não foi recolhido nenhum indício de alegadas contrapartidas. Pelo menos, tal não consta dos autos consultados pelo Observador.
Os investigadores da PJ quebraram o sigilo bancário e fiscal dos vários titulares de cargos políticos aqui envolvidos. Assim, foram alvo de investigação patrimonial os seguintes políticos e respetivos cônjuges:
- Paulo Campos (ex-secretário de Estado das Obras Públicas entre 2005 e 2011)
- Mário Lino Soares Correia (ex-ministro das Obras Públicas entre 2005 e 2009)
- António Mendonça (ex-ministro das Obras Públicas entre 2009 e 2011)
- Fernando Teixeira dos Santos (ex-ministro das Finanças entre 2005 e 2011)
- Carlos Costa Pina (ex-secretário de Estado do Tesouro entre 2005 e 2011)
O levantamento de todo o património móvel e imóvel feito pelos inspetores do Gabinete de Recuperação de Ativos da PJ permitiu concluir, por exemplo, que o património daqueles ex-titulares de cargos políticos evoluiu muito pouco entre o tempo que estiveram no Governo e quando saíram. Além do mais, a PJ não conseguiu recolher nas buscas domiciliárias e não domiciliárias a que todos foram sujeitos nenhum indício de fluxos financeiros fora do comum.
A única matéria fora do comum que foi encontrada nessas buscas foi uma pistola Browning de calibre 6,35 mm e respetivas munições que foi apreendida na casa de Mário Lino.
No que diz respeito aos indícios de corrupção, os inspetores da PJ seguiram desde o início uma pista relacionada com a realização das cerimónias das assinaturas dos contratos das subconcessões. Em 2009, o Jornal de Negócios noticiou que cada cerimónia teria um custo de cerca de 500 mil euros — valor que seria pago pelas concessionárias a empresas que seriam escolhidas pela EP.
Havia a suspeita de que Humberto Bernardo, ex-assessor de Paulo Campos na Secretaria de Estado das Obras Públicas, indicaria as empresas a contratar pela EP, sendo que parte da faturação dessas sociedades seria alegadamente distribuída pelos decisores envolvidos nas adjudicações dos contratos das PPP rodoviárias. Contudo, os inspetores da PJ não encontraram sustentação para esses indícios. Ficou apenas provado que uma das sociedades, a Soundchek, tinha prestado serviços gratuitos na festa de inauguração de um cabeleireiro de Ana Tomaz em 2012 — onde também Paulo Campos esteve presente.
Mais de 2,1 milhões de euros custaram à Estradas de Portugal as cerimónias de assinatura de contratos e as ações de comunicação sobre as PPP rodoviárias que eram coordenadas por Humberto Bernardo, assessor de Paulo Campos. Mas não foram encontrados fluxos financeiros suspeitos que indiciem contrapartidas para ex-membros do Governo ou funcionários da EP.
A PJ quebrou o sigilio bancário e fiscal às sociedades contratadas pela EP (a Soundcheck, a Bebop, a WWN e um empresário em nome individual chamado António Marques), realizou buscas domiciliárias e não domiciliárias a Humberto Bernardo, José Diogo Madeira (ex-administrador da EP responsável pela comunicação) e a diversos responsáveis da concessionária pública, mas nenhum fluxo financeiro suspeito foi detetado.
Ouvido a 30 de novembro de 2017, José Diogo Madeira afirmou nos autos que foi tomando consciência ao longo do tempo que os eventos eram desproporcionados, podendo ser mais modestos e sem a ostentação política desejada pelo Governo de José Sócrates. Enquanto Humberto Bernardo chegou a admitir que conhecia os sócios de todas as empresas envolvidas, com a exceção da WWN, e que indicou as referidas sociedades à EP, mas não para estes serviços específicos relacionados com as cerimónias das PPP.
Uma coisa é certa: só a Soundchek faturou 1,8 milhões de euros entre 2008 e 2010 à EP e às concessionárias, prestando diversos serviços relacionados com a montagem e a organização de eventos das PPP. No mesmo período, uma produtora de vídeo chamada Bebop faturou cerca de 334,6 mil euros, enquanto um empresário em nome individual chamado António Marques foi contratado por essas duas sociedades por um valor total que ultrapassa os 900 mil euros. No total, a EP e as concessionárias terão gasto mais de 2,1 milhões de euros em ações de comunicação das PPP.
As perícias realizadas por José Carlos Belchior e Dinis Serra Marques não detetaram nenhum fluxo financeiro suspeito, a não ser o levantamento em numerário de um total de cerca de 15 mil euros por parte de António Marques.