Dos portugueses en un país vigilado por los militares.





En una España confinada, con personal militar que controla los movimientos muy limitados de los ciudadanos (solo pueden salir de la casa para comprar los bienes necesarios, trabajar y pasear animales domésticos), JN habló con los portugueses que sienten medidas extremas para frenar una pandemia. eso, allí, ya ha superado la barrera psicológica de mil muertes y donde los médicos ya han advertido que comenzarán a elegir quién debe salvarse.





María de Fátima Cabral, de 52 años, 30 de ellos en Zaragoza, trabaja en un hospital privado que detectó los dos primeros casos de Covid-19 hace tres días. «No sabemos cómo se infectaron porque estas personas se fueron hace más de un mes, pero están infectadas, son personas mayores enfermas que están en muy mal estado», dijo Maria, originaria de Numão, distrito de Guarda.

El miedo a contraer Covid-19 es una realidad para quienes trabajan todos los días tan cerca del virus. «Pasamos el día desinfectándonos, pero los casos continúan creciendo. Afortunadamente, tenemos todo el material sanitario necesario. Mucha gente dejó de trabajar y no sabemos si también están infectados o no», admitió. Regresar a casa después del trabajo también se ha convertido en un riesgo para María a pesar de que las calles están casi desiertas. «No hay nadie en la calle. Estamos en pánico, parece que la Tercera Guerra Mundial. Los militares ya me han detenido para preguntar a dónde iba y tuve que darles una autorización de mi compañía para que no me multen».

André Correia también tiene la suerte de poder seguir trabajando en un momento tan complicado. El joven ha trabajado durante tres años en la gestión de una cadena de restaurantes, que ya ha cerrado, en Fuerteventura en las Islas Canarias. «Todavía puedo trabajar en la oficina porque la compañía tiene pagos pendientes, pero soy el único en el restaurante que mantiene mi trabajo», dice el joven de 26 años, nacido en São João de Ver, en el municipio de Santa Maria da Feira.

Al igual que muchas empresas españolas, esta cadena de restaurantes está utilizando un Programa de Regulación de Empleo Temporal, una especie de despido en España. «No hay otra alternativa. Si ya no tenemos beneficios, no podemos pagar los salarios al personal y suspendemos los contratos temporalmente». Los turistas que aún no han salido de las Islas no respetan las estrictas medidas del Gobierno. «Muchos turistas no entienden lo que está sucediendo y muchos todavía caminan tranquilamente por la calle». España redujo la conexión con Fuerteventura a un vuelo diario, pero esto no asusta a André, que está tranquilo. «Incluso si quisiera irme de aquí, no podría. Mi familia no tiene miedo y simplemente me dicen que tenga mucho cuidado».

Manuel Rivas

Fernando Rivas. Compagino mis estudios superiores en ingeniería informática con colaboraciones en distintos medios digitales. Me encanta la el periodismo de investigación y disfruto elaborando contenidos de actualidad enfocados en mantener la atención del lector. Colabora con Noticias RTV de manera regular desde hace varios meses. Profesional incansable encargado de cubrir la actualidad social y de noticias del mundo. Si quieres seguirme este es mi... Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/manuel.rivasgonzalez.14 Email de contacto: fernando.rivas@noticiasrtv.com

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