Después del desastre, la reconstrucción. El PIB turco puede incluso crecer después de la catástrofe
Turquía fue sacudida por dos terremotos de 7,8 y 7,5 en la escala de Richter a principios de esta semana, dejando un escenario de destrucción y varios edificios colapsados. Las cuentas oficiales, aunque basadas en datos provisionales, dan cuenta del derrumbe de más de seis mil edificios en las ciudades más afectadas.
Según El Economista, las diez provincias más afectadas por los sismos se encuentran entre las más pobres del país, a pesar de que representan el 15% de la población, el 15% de la producción agrícola, el 9% de la industria, del 6% al 8% de la producción para el comercio exterior y el 9% del PIB turco.
A pesar de que las operaciones de rescate siguen en curso, los analistas señalan que las autoridades turcas deberían comenzar a delinear un plan de reconstrucción, una estrategia difícil de ejecutar pero que incluso podría conducir al crecimiento económico del país.
“El impacto de estos desastres en estas regiones es claramente significativo, pero nuestra primera evaluación es que el impacto económico será limitado y de corta duración”, dijo Liam Peach, analista de economías emergentes de Capital Economics, citado por la publicación española.
“No toda la producción en estas regiones se verá afectada (por ejemplo, la agricultura) y no parece que haya habido daños en la infraestructura clave, incluidos los principales gasoductos y refinerías de petróleo. Las regiones turísticas del este de Turquía no se vieron afectadas y los principales puertos permanecen abiertos”, añade.
El analista reconoce que la actividad económica se verá afectada en primera instancia pero que la recuperación fortalecerá la economía del país. Con la carga de la reconstrucción viene el aumento de la producción.
El analista de Capital Economics ofrece ejemplos sencillos de cómo se recuperó el PIB después de los desastres naturales: el terremoto de 1995 en Japón y el terremoto de 2010 en Chile, donde la economía se recuperó milagrosamente en dos trimestres. Los costos globales solo serían más altos y la recuperación sería más difícil si los terremotos hubieran causado daños a la infraestructura clave, como la energía o el agua.
Aún con los fuertes choques y las sucesivas réplicas, los analistas mantienen la previsión de un crecimiento del PIB del 3,5% para 2023, estimando un costo alto pero bajo en comparación con otros desastres. Las finanzas públicas también se verán afectadas pero por un tiempo limitado, ya que el gobierno pide el uso de la lira y esto ayuda a reducir la deuda.
En cuanto a la inflación, el analista Liam Peach no prevé grandes cambios con respecto a los precios actuales, ya que en enero se ubicó en 57% con respecto al año anterior.
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