Después de todo, ¿cuál fue el problema con CTT?





Desde la privatización de CTT, llevada a cabo por el gobierno PSD / CDS en 2013, la degradación del servicio brindado a los ciudadanos se ha intensificado. Hoy, como consecuencia de este error, los ciudadanos pagan más y la oferta de servicios es menor, mientras que los trabajadores ven sufrir un retroceso sustancial en sus condiciones laborales.





A esto se suma el hecho de que Banco CTT se implementó en la estructura de Correos, operando en las instalaciones y con los trabajadores postales, lo que aumenta las filas de espera. Para la administración de CTT, el servicio postal pasó al segundo o tercer plan, en beneficio del banco.

Estamos, por tanto, ante otra privatización lucrativa para unos pocos y ruinosa para muchos, cuando en realidad la CTT no representó ningún problema para el país. Como empresa pública, aportaron mucho empleo e importantes ingresos a las arcas del Estado, al tiempo que brindaron un servicio público invaluable y fundamental para las poblaciones, para el desarrollo del país y para la cohesión territorial.

No es de extrañar, por tanto, que a lo largo de este proceso hayamos sido testigos de una lucha incansable por parte de las poblaciones, trabajadores y alcaldes de diferentes fuerzas políticas para que se rescatara la concesión del CTT para revertir la degradación del servicio. .

Se acerca el fin de la concesión, crece el descontento popular y la respuesta de la administración CTT pasó por un operativo publicitario, frenando el cierre de estaciones, reabriendo algunas incluso, y anunciando la contratación de más de 800 trabajadores desde abril de 2020. Sin embargo, las cuentas del primer semestre muestran que hay 500 trabajadores menos desde junio del año pasado.

También se han ido agregando varios Centros de Distribución, lo que significa que cientos de trabajadores tienen que viajar decenas de kilómetros lejos de sus hogares por su cuenta y la distribución de cinturones es incluso más tardía.

Lo que está sucediendo en CTT no es un estado de derecho y los accionistas continúan tomando, en forma de dividendos, todas las ganancias generadas por la empresa e incluso distribuyen dividendos superiores a las ganancias, descapitalizando a CTT .





Es hora de repensar, no el contrato de concesión, que se incumple descaradamente, sino la propiedad de CTT. No hace falta mucho esfuerzo para darse cuenta de que el servicio postal, que continúa en manos de particulares y sigue este rumbo, tiene su futuro comprometido y puede ser destruido irreversiblemente. Por ello, es imperativo que el Gobierno defienda este servicio estratégico y las necesidades de la ciudadanía y del país, lo cual solo es posible cuando CTT vuelve a integrar el ámbito del Estado.

El autor escribe según la ortografía antigua.

Ana Gomez

Ana Gómez. Nació en Asturias pero vive en Madrid desde hace ya varios años. Me gusta de todo lo relacionado con los negocios, la empresa y los especialmente los deportes, estando especializada en deporte femenino y polideportivo. También me considero una Geek, amante de la tecnología los gadgets. Ana es la reportera encargada de cubrir competiciones deportivas de distinta naturaleza puesto que se trata de una editora con gran experiencia tanto en medios deportivos como en diarios generalistas online. Mi Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/ana.gomez.029   Email de contacto: ana.gomez@noticiasrtv.com

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