Después de matar a un hombre negro desarmado, un oficial de policía es despedido en Ohio
Un policía blanco de Columbus, Ohio, fue despedido el lunes después de matar a Andre Maurice Hill, de 47 años, un hombre negro desarmado, la semana pasada. El jefe de policía de la ciudad, Thomas Quinlan, consideró que hubo un uso irrazonable de fuerza letal, según el director de Seguridad Pública municipal, Ned Pettus.
La renuncia de Adam Coy, 19 años en la policía de Columbus, se produjo por recomendación de Quinlan, quien concluyó que Hill fue víctima de un acto de violencia sin sentido. El jefe de policía también criticó a Coy por no brindar ayuda inmediata.
La víctima se encontraba en un garaje el lunes por la noche (21) cuando la policía le disparó varias veces. El caso avivó la indignación en un país que lleva meses experimentando un histórico movimiento antirracista y contra la violencia policial.
«Las acciones de Adam Coy no están a la altura del juramento de un oficial de policía de Columbus o los estándares que nosotros y la comunidad exigimos a nuestros oficiales», dijo Pettus, en un comunicado anunciando la renuncia.
La decisión de Pettus culminó en una audiencia disciplinaria que tuvo lugar tres días después de que Quinlan completara su propia revisión, determinando que Coy había estado involucrado en una «mala conducta crítica» que debería haberle costado su trabajo.
Una investigación criminal separada del tiroteo, realizada a nivel estatal, aún está en curso.
Las imágenes de la cámara adjunta al uniforme de Coy muestran a Hill caminando hacia él con un teléfono celular en la mano izquierda, mientras que el otro permanece oculto. Segundos después, el oficial dispara y la víctima cae. No se escucha ningún sonido que explique las circunstancias del tiroteo.
El policía y su colega esperaron varios minutos antes de acercarse a la víctima, quien luego falleció en el hospital. Fueron al lugar después de que la policía recibió un informe de que un hombre había estado arrancando y deteniendo un automóvil durante mucho tiempo, según la corporación.
Poco después del caso, el alcalde de Columbus, Andrew Ginther, dijo que estaba indignado por la muerte de Hill y muy molesto porque ninguno de los oficiales había proporcionado primeros auxilios. Pidió la renuncia inmediata de Coy.
Decenas de personas protestaron en Nochebuena, en el barrio donde fue asesinado Hill, para denunciar la violencia policial y exigir justicia.
Hill fue el segundo estadounidense negro asesinado por la policía en menos de tres semanas en Columbus.
Casey Goodson Jr., de 23 años, recibió varios disparos el 4 de diciembre cuando regresaba a casa después de comprar sándwiches. Cientos de manifestantes protestaron pacíficamente en el centro de la ciudad una semana después de su muerte.
Las autoridades federales han abierto una investigación sobre el asesinato de Goodson.
Las muertes se producen en un momento en el que Estados Unidos está marcado por protestas históricas contra la injusticia racial y la brutalidad policial provocadas por el asesinato de George Floyd en mayo.
Floyd, también un hombre negro desarmado, fue asfixiado bajo la rodilla de un policía blanco en Minneapolis, Minnesota. Los transeúntes grabaron su muerte y el video rápidamente se volvió viral.
«Una vez más la policía ve a un hombre negro y concluye que es un criminal y peligroso», criticó el miércoles (23) el abogado Ben Crump, quien defiende a varias familias de víctimas, incluida la de Floyd.
Con Hill, 96 víctimas negras han sido asesinadas a manos de policías desde Floyd, dijo el abogado, denunciando «una trágica sucesión de ataques».
