Dentro fruta, fuera galletas: lo que cambia con la nueva canasta básica
Entran frutas y verduras, salen bebidas de chocolate y galletas dulces. A nueva canasta basica Creado por decreto del presidente Lula en marzo, prioriza los alimentos frescos y mínimamente procesados.
Según el gobierno, el documento fue creado en base a la Guía alimentaria para la población brasileña y debe servir, al igual que la guía, como guía para la formulación de políticas públicas que prioricen alimentos más saludables producidos por la agricultura familiar.
Según una nota del Ministerio de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Lucha contra el Hambre, que coordinó la elaboración de la lista, “el objetivo es evitar la ingesta de alimentos ultraprocesados que, como sugiere la evidencia científica, aumentan la prevalencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, hipertensión y diversos tipos de cáncer”.
El gobierno está pensando en la salud de los brasileños: ésta es, en primer lugar, una buena noticia. El segundo es que el precio de los alimentos saludables debería bajar, ya que los artículos incluidos en la canasta básica de alimentos tienen reducciones de impuestos.
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¿Por qué un decreto para cambiar la canasta básica de alimentos?
La ley que definió la canasta básica alimentaria es la misma que estableció el salario mínimo en 1938, promulgada por el entonces presidente Getúlio Vargas. Definió 13 elementos esenciales para garantizar la nutrición de un adulto durante un mes.
Pero, a lo largo de los años, las leyes estatales han agregado y reemplazado alimentos, según la cultura local y las cuestiones económicas.
Hoy existe una canasta básica de alimentos que incluye desde pan con queso hasta medicamentos. Esto caracterizó erróneamente la canasta básica de alimentos desde el punto de vista de la seguridad alimentaria y nutricional.
Con el decreto, el gobierno envía el mensaje de que quiere tener más control sobre lo que los brasileños comen –o deberían comer para mantenerse saludables– al proponer una canasta nacional de alimentos básicos.
Por supuesto, el tipo de alimento puede y debe variar según el estado, respetando hábitos, producción regional e incluso la época del año, pero La idea es seguir la pauta de priorizar alimentos naturales o mínimamente procesados, como frutas, verduras, cereales y carnes.
Junto al decreto para la nueva canasta básica de alimentos, el presidente Lula reglamentó otro, también centrado en la seguridad alimentaria: el Programa Nacional de Cocina Solidaria (PNCS), para apoyar iniciativas de la sociedad civil que proporcionen alimentos a personas en vulnerabilidad social.
Este nuevo programa forma parte del Programa de Adquisición de Alimentos (PAA), que consiste en la compra pública de productos de la agricultura familiar, sin necesidad de licitación.
¿Qué cambia la nueva canasta básica para la población?
El nuevo decreto solo enumera los grupos de alimentos que deben ser priorizados en la nueva canasta básica (ver más abajo), pero aún no ha definido los criterios para su implementación. En otras palabras, aún falta definir, por ejemplo, una política de precios, equilibrando el valor de la canasta por estados.
Es de esperar, sin embargo, que los alimentos de la nueva cesta bajen de precio. Esto se debe a que los bienes incluidos en la canasta básica tienen derecho a desgravación fiscal. Sin embargo, queda por ver si el gobierno será realmente capaz de instituir una política que contenga la inflación de estos productos.
Para el sector productivo, especialmente los vinculados a la cadena productiva agrícola, la nueva canasta básica indica que el gobierno federal está dispuesto a incrementar las compras gubernamentales de alimentos producidos por agricultores familiares. Esto debería alentar nuevas políticas de estímulo para este sector.
Cuáles son los nuevos alimentos de la canasta básica
La nueva canasta básica contará con alimentos de diez grupos diferentes. Son ellos:
Legumbres: frijoles de todos los colores, guisantes, lentejas, garbanzos, habas, gandules, oreja de cura
Cereales: arroz, maíz en grano o en mazorca, trigo en grano, avena; harinas de maíz, trigo y otros cereales; pastas frescas o secas o pastas elaboradas con estas harinas/sémola, agua y/o huevos y/u otros alimentos frescos o mínimamente procesados
Raíces y tubérculos: patata inglesa, boniato, patata baroa/mandioquinha, patata crema, ñame, ñame amazónico, ñame espinoso, ñame, yuca/yuca/yuca; harinas de yuca o derivadas de yuca mínimamente procesadas
Verduras y verduras: frescos o envasados, fraccionados, refrigerados, congelados o conservados en salmuera o solución de sal y vinagre, como coliflor, brócoli, berros, lechuga, calabacín, remolacha, zanahoria, entre otros
Frutas: frescos o secos, envasados, fraccionados, refrigerados o congelados; y pulpas de frutas.
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Castañas y nueces (semillas oleaginosas): maní, anacardos, nueces de barú, nueces del Brasil (nueces del Brasil), nueces de agutí, nueces de pollo, chichá, licuri, macaúba y otras semillas oleaginosas sin sal ni azúcar.
Carnes y huevos: carnes de res, cerdo, cordero, cabra y aves, pescado y otras carnes locales frescas o mínimamente procesadas, frescas, refrigeradas o congeladas; huevos de ave y sardinas y atún enlatados
Leches y quesos: Leche líquida pasteurizada o industrializada, en forma de leche ultrapasteurizada, en polvo, entera, semidesnatada o desnatada. Yogurt natural sin azúcares añadidos, edulcorantes y/o aditivos que modifiquen las características sensoriales del producto.
Azúcares, sal, aceites y grasas: aceites de soja, girasol, maíz y palma; manteca; manteca de cerdo; azúcar blanca, demerara o morena, miel y sal.
Café, té, mate y especias: café, té, yerba mate, pimienta, pimienta negra, canela, comino, clavo, cilantro, nuez moscada, jengibre, azafrán, cúrcuma, entre otros.
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