Dasa transforma el sistema de salud a través de la innovación
Hasta hace poco, términos como aprendizaje automático, inteligencia artificial, genómica, impresión 3D y análisis de datos no formaban parte del universo médico. Pero, hoy en día, forman parte de un recorrido asistencial que busca ser más predictivo, preventivo y asertivo. La eficiencia es una palabra clave en cualquier iniciativa, ya sea en la búsqueda de soluciones diagnósticas, en la elaboración de planes de tratamiento o en la gestión de costes hospitalarios.
El responsable de innovación aplicada e inteligencia artificial de Dasa, Dr. Felipe Kitamura dice que la zona está compuesto por médicos, científicos de datos e ingenieros de software, que trabajan para proporcionar herramientas capaces de refinar los diagnósticos y predecir los resultados. “En la pandemia creamos algoritmos para indicar con precisión, en una tomografía de tórax, el porcentaje de los pulmones afectados por el Covid-19”, ejemplifica. “Otra innovación evalúa la edad ósea mediante radiografías de la mano y la muñeca. Y está ese algoritmo capaz de cuantificar, también por tomografía, el volumen de grasa abdominal, un dato importante porque está relacionado con el riesgo de que un individuo sufra un infarto o un ictus en el futuro”, observa.
para el Dr. Victor Gadelha, jefe de innovaciones médicas en hospitales de Dasa, uno de los destaques desarrollados por la empresa es TeleStroke, un servicio que posibilita la atención de casos sospechosos de ictus. “Con esto, llevamos el conocimiento de un neurólogo a la sala de emergencias de cualquier hospital”, dice. “También trabajamos con nuevas empresas para establecer la telecardiología en nuestras salas de emergencia. En este momento nos basamos en el teleelectrocardiograma, con un algoritmo que evalúa si el paciente tiene riesgo de infarto. Este año se han emitido más de 3.000 informes y el tiempo de diagnóstico con un especialista ha sido de menos de dos minutos”, dice. En el futuro, el experto pronostica que el uso de inteligencia artificial aplicada para agregar datos de múltiples fuentes, como registros médicos electrónicos, información genética y dispositivos usablespermitirá la creación de un fenotipo digital de pacientes capaz de predecir eventos y mejorar los resultados de salud.
La inteligencia artificial también está detrás de las iniciativas del Biodesign Lab, un laboratorio de Dasa en asociación con la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (PUC-Rio). “Nuestro objetivo es unir tecnologías para realizar impresión 3D y bioimpresión, además de realidad expandida”, señala el Dr. Heron Werner, especialista en medicina fetal, obstetricia y ginecología de Alta Diagnostics y CDPI, marcas de medicina diagnóstica pertenecientes a Dasa. “Hacemos fabricación aditiva, más conocida como impresión 3D, a partir de imágenes de ultrasonido, resonancia magnética y tomografía, asociadas a la realidad expandida, utilizando inteligencia artificial”, describe el médico.
El trabajo del equipo multidisciplinar de ingeniería y diseño se centra en la medicina de precisión. “Uno de los resultados más recientes fue la separación de bebés craneópagos, unidos por la cabeza. En cada uno de los nueve pasos que formaban parte del plan de separación, utilizamos tecnologías desarrolladas en el laboratorio”, recuerda el Dr. Garza Werner. En el proceso, los equipos utilizaron impresiones 3D de partes de los cerebros de los niños, que se encontraban en el metaverso, incluyendo la participación de especialistas británicos que tenían más experiencia en este tipo de cirugía. “Toda la planificación se hizo con interfaces inmersivas que permitieron la discusión multidisciplinar, fundamental para un caso complejo como este”, destaca el especialista.
El Biodesign Lab también ha estado investigando la impresión 3D de ortesis a partir de material de desecho hospitalario reciclado. “En el campo de la bioimpresión, estudiamos el uso de la piel y las articulaciones para su uso en medicina regenerativa”, dice el Dr. Garza Werner. “Y, desde 2012, estamos trabajando en un proyecto de impresión para mujeres embarazadas con discapacidad visual, que les permite seguir la evolución del embarazo durante el control prenatal”, dice. La idea es ampliar la investigación de estas tecnologías, llevando este conocimiento a todas las especialidades médicas. “En cirugía robótica, la idea es tener la proyección de exámenes, de forma holográfica, en medio del campo quirúrgico”, ejemplifica.
En el Hospital Nove de Julho, que forma parte de Dasa en São Paulo, las cirugías robóticas son una realidad y, desde 2012, la institución cuenta con el robot Da Vinci, utilizado especialmente en procedimientos en las áreas de ginecología, urología y cirugía general. En 2017 entró en escena un segundo equipo, con diferenciales como sellador de vasos y sistema de iluminación guiada por fluorescencia. Ni hablar del nuevo Simulador Robótico, inédito en hospitales de América Latina, para entrenar cirujanos y auxiliares al mismo tiempo.
Centro de mando en la gestión hospitalaria
“Son múltiples y variados los frentes en los que Dasa viene imprimiendo una cultura de innovación como medio para impulsar la transformación de la red de salud en el país. Nuestro modelo es ofrecer la atención adecuada, en el momento adecuado, de la forma más eficiente tanto desde el punto de vista clínico como operativo”, afirma Emerson Gasparetto, director general de negocio hospitalario y oncología de Dasa. Para este propósito, el Núcleo de Operación y Control (NOC), centro de comando desde donde posible visualizar todo lo que sucede en las unidades de la red repartidas por todo Brasil. “Nuestra inspiración vino de la aviación, una industria similar a operar un hospital, si consideramos la complejidad, que requiere total seguridad para no poner vidas en riesgo”, compara.
A través del NOC, los equipos monitorean en tiempo real la ocupación de camas y el avance de la emergencia en urgencias, así como el cronograma de cirugías. “Seguimos dos pilares: la recepción y un viaje sin complicaciones para los pacientes y los profesionales de la salud”, dice Gasparetto. Los primeros resultados del NOC ya muestran, por ejemplo, una optimización en la rotación de camas en más del 20%, es decir, el intervalo entre la vacancia de una vacante por parte de un paciente y la llegada de otro. “También nos enfocamos en la reducción de desperdicios, con el uso racional de pruebas de laboratorio y de imagen”, dice el ejecutivo. “Las acciones impactan en la atención y favorecen el mejor resultado para los pacientes”, concluye.
Agilidad con buenos resultados
En oncología, la integración promovida entre sectores ya ha demostrado ser capaz de reducir el viaje del paciente de 60 a 15 días, desde el momento del diagnóstico hasta el inicio del tratamiento. La mejora del sistema ha permitido el diagnóstico precoz de tumores incluso cuando el individuo busca atención por otras dolencias. Si alguien se somete a una tomografía computarizada debido a una enfermedad respiratoria, como el Covid-19, por ejemplo, y se identifica un hallazgo sospechoso de cáncer, se llama al médico que ordenó el examen o se contacta al paciente. A partir de ese momento se facilita todo, desde la biopsia y las pruebas genéticas, si es necesario, hasta el tratamiento más adecuado para el caso.
Todo esto es posible gracias al uso de datos e inteligencia artificial. En el lago de datos de Dasa hay más de 6.400 millones de datos generados en visitas a laboratorios u hospitales. El análisis de esta información por IA permite que Nav, la plataforma de salud digital de Dasa, active alertas sobre exámenes de rutina retrasados y otras posibles brechas en la atención médica, lo que ayuda a la participación del paciente.
La genómica y el futuro de la medicina diagnóstica
En Dasa, los estudios genéticos están bajo la dirección del Dr. José Eduardo Levi, superintendente de investigación, desarrollo y nuevos productos, responsable del proyecto Genov, de vigilancia genómica a través de la sequement de variantes del virus Covid-19. “Invertir en vigilancia genómica es fundamental para predecir la llegada de variantes, evaluar escapes vacunales y estudiar presentaciones clínicas anómalas de la enfermedad, señal de que el virus está cambiando”, explica el científico. “Tenemos secuenciación y know-how para hacer eso, incluso para monitorear otros agentes que aún están por surgir, para desarrollar y mejorar las pruebas”, pronostica.
En el campo de las enfermedades raras, a su vez, el mapeo del ADN del bebé mientras aún está en el útero de la madre allana el camino para identificar cambios y anticipar intervenciones que pueden aumentar la posibilidad de contener la progresión de la enfermedad desde el nacimiento.
“En oncología, el ADN de la célula tumoral presente en la sangre permite la realización de biopsia líquida para conocer la genética del tumor, sin necesidad de cirugía o biopsia convencional, más invasiva”, continúa el especialista. En los casos de trasplante de órganos, el análisis genético aumenta la probabilidad de conocer antes el proceso de rechazo del órgano, lo que permite actuar lo antes posible para gestionar el problema.
“La idea, en definitiva, es tener más pruebas predictivas y trabajar con la salud, no con la enfermedad”, concluye el Dr. jose eduardo levi.