Cuando tu comida favorita se convierte en una trampa para bajar de peso





¿Sabes ese día difícil, que llegas a casa destruido y muerto de hambre? Tan pronto como entras en el hogar, dulce hogar, ese pensamiento viene: «Voy a darme un tarro de helado [ou qualquer outra guloseima de sua preferência]«.

Esta permisividad tradicional da incluso placer inmediato. Sin embargo, con resultados no deseados a mediano y largo plazo, especialmente si lo desea perder peso o mantenerse delgado.

Recientemente, un estudio mostró que este consumo indulgente está asociado con la ingesta compulsiva de alimentos. Los autores incluso detectaron el neurotransmisor involucrado en el fenómeno y probaron este modelo en ratas.

Resultado: los animales que tenían este mecanismo biológicamente aislado no repitieron este consumo con frecuencia. Traduciendo, cuando consumimos alimentos agradables en el intervalo de comida principal (o incluso como comida principal), «entrenamos» nuestra mente para buscar estas indulgencias cada vez que estamos cansados, tristes o con cualquier otro sentimiento negativo.

Entonces, ¿qué hacer? La primera regla es seguir comiendo los alimentos que amas. Sin embargo, cree una rutina en la que no sean responsables de matar su hambre o sus insatisfacciones emocionales. De lo contrario, solo dejará de comer cuando llene su estómago con estos alimentos, generalmente más calóricos.





Daré un ejemplo práctico. Imagine que uno de sus platos favoritos es un budín. En lugar de volver a casa y tirarte al pudín, prepara una comida de antemano. Incluya ensalada, piense en la porción ideal de cada comida, etc. Y, por supuesto, prepara el budín deseado para el postre.

Esta táctica asocia el placer de comer el dulce con la comida en su conjunto, y no con el consumo de celibato del budín a media tarde. Como resultado, somos menos vulnerables a darnos un solo alimento sabroso (y lleno de calorías). La recompensa proviene de toda la comida, que contiene diferentes ingredientes y cambios de un día a otro.

Establezca placer con el ritual de las comidas, las etapas de preparación, la presentación de los platos y el consumo de los mismos, y no solo con el acto de comer y saciar. Cubrí este tema en detalle en el libro The End of the Diets (Quiero este libro).

El ritual de alimentación se dejó de lado con nuestras urgencias diarias. Tratamos las comidas como si fuéramos autos parando rápidamente en la estación de servicio para repostar (y a veces con gasolina más barata). No dejes que eso sabotee la búsqueda de tu vida saludable.


Ana Gomez

Ana Gómez. Nació en Asturias pero vive en Madrid desde hace ya varios años. Me gusta de todo lo relacionado con los negocios, la empresa y los especialmente los deportes, estando especializada en deporte femenino y polideportivo. También me considero una Geek, amante de la tecnología los gadgets. Ana es la reportera encargada de cubrir competiciones deportivas de distinta naturaleza puesto que se trata de una editora con gran experiencia tanto en medios deportivos como en diarios generalistas online. Mi Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/ana.gomez.029   Email de contacto: ana.gomez@noticiasrtv.com

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