Cuando el dolor en la pelvis proviene de la compresión de un nervio
Yo puedo. Conserva ese nombre. Es un nervio ubicado en el cadera, responsable de la sensibilidad en la región perineal, entre el pene o clítoris y el ano, y del control de algunos músculos. Cuando es comprimido por las estructuras anatómicas circundantes, genera una dolor crónico, de difícil diagnóstico y capaz de afectar intensamente la calidad de vida de hombres y mujeres.
Una de cada 100.000 personas sufre de síndrome de compresión o atrapamiento del nervio pudendo, una enfermedad poco conocida y, por ello, infradiagnosticada. Los principales síntomas son intensa sensación de ardor o sentimiento de pinchazos de aguja en la región, con irradiación al escroto o vulva.
También es común que la paciente refiera hormigueo, estreñimiento, sensación de cuerpo extraño en el ano o la vagina, dificultad para orinar y dolor durante las relaciones sexuales. El simple hecho de sentarse un rato o usar ropa ajustada puede ser un inconveniente grave.
Las personas con síndrome de encarcelamiento pudendo a menudo viven con dolor hasta diez años antes de llegar al diagnóstico correcto. La mayoría tiene entre 50 y 70 años, siendo siete de cada diez del mujeres.
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Cuando el paciente le dice al médico que siente dolor en la región pélvica, un examen imagen como la resonancia, y no aparece nada. A veces, la patología se atribuye erróneamente a problemas psicológicos. Para llegar a un diagnóstico definitivo, es necesario descartar factores como los cambios de cadera y de escalón.
En la mayoría de los casos, el tratamiento recomendado implica medicamentos que buscan minimizar los síntomas. Si no tiene buenos resultados con ellos, el siguiente paso es el bloqueo anestésico del nervio pudendo, un procedimiento que trae una respuesta inicial y hace que el dolor se detenga, pero generalmente regresa después de un tiempo.
LOS fisioterapia también está indicado para tratar el dolor muscular asociado con el síndrome. En los casos en que el paciente no mejora, hay una cirugía con un nombre complicado y un beneficio importante: un neurólisis pudendo. Con el uso de técnica robótica o videolaparoscopia, es posible liberar el nervio bloqueado descomprimiendo las estructuras que causan el problema.
Aunque es relativamente nueva en Brasil, esta cirugía se desarrolló hace aproximadamente una década en centros de investigación de Europa. El procedimiento aún puede ayudar a los hombres con disfunción eréctil, ya que libera la arteria responsable de la elevación del pene, y las mujeres que viven con orgasmos espontáneos, un trastorno poco común.
Muchos pacientes sufren años con el nervio pudendo y todavía son estigmatizados como quejosos o con cambios psicológicos. Y el desconocimiento del problema en el ámbito médico acaba contribuyendo a esta situación. Para estos y otros, necesitamos difundir en toda la sociedad que la enfermedad existe y tiene tratamiento. El diagnóstico precoz ahorra sufrimiento y mejora la calidad de vida.
* Sérgio Augusto Skrobot es urólogo y especialista en cirugía mínimamente invasiva y robótica para neurólisis del nervio pudendo que trabaja en Blumenau (SC)