Covid-19: el misterio de la hipoxia silenciosa y sus implicaciones





A principios de enero, el doctor Haibo Qiu fue enviado a la ciudad de Wuhan, China, para ayudar a lidiar con una epidemia emergente causada por lo que luego se llamó nuevo coronavirus. El doctor Qiu pronto notó algo sorprendente. Muchos pacientes con Covid-19, a pesar de no quejarse de falta de aliento, tuvieron una caída peligrosa en los niveles de oxígeno en la sangre. En la jerga médica, esta situación se llama hipoxia silenciosa.





En abril, el mismo fenómeno llamó la atención de otro médico, el Dr. Richard Levitan, en Nueva York (Estados Unidos). Varios pacientes con Covid-19 llegaron a la sala de emergencias donde Levitan trabajaba hablando en su teléfono celular en silencio. A pesar de mostrar síntomas leves durante unos días, aparentemente estaban bien. Sin darse cuenta del riesgo que corrían, no tenían idea de que su nivel de oxígeno en la sangre era peligrosamente bajo.

Fue allí donde el Dr. Levitan acuñó el término «hipoxia feliz». Pero no hay nada feliz al respecto, ya que indica un riesgo considerable de muerte.

Tendremos que hacer un recorrido por la fisiología respiratoria para intentar resolver este rompecabezas. Nuestras células extraen energía quemando oxígeno (O2). El producto de esta combustión genera dióxido de carbono (CO2). Y tenemos receptores químicos en la sangre arterial que detectan continuamente los niveles de O2 y CO2.

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Si el oxígeno cae o el dióxido de carbono aumenta demasiado, estos receptores serán estimulados, generando impulsos nerviosos que causan la sensación de falta de aire. Es una respuesta natural del cuerpo hacer que respire más rápido, lo que tiende a normalizar la concentración de estos gases en la sangre.

Pero en este juego, el CO2 es el gas centinela. En otras palabras, respondemos mucho más a sus cambios que a O2. Bueno, ¿por qué no ocurre la «hipoxia feliz» en otras neumonías que también pueden causar hipoxia sin acumulación de CO2? No lo sabemos con certeza. Una hipótesis es que la hipoxia generada por otras neumonías ocurre cuando el paciente ya se siente mal debido a la inflamación severa que endurece los pulmones, lo que dificulta mucho la respiración.





Por el contrario, incluso cuando los pacientes con Covid-19 son intubados y colocados en ventilación mecánica debido al empeoramiento de la insuficiencia respiratoria, a menudo tienen una elasticidad pulmonar normal (al menos en los primeros días de la UCI). Esto indica que la inflamación en esta etapa no es tan grave como para explicar la hipoxia severa. Si el aire inspirado llega a los alvéolos, pero la sangre sigue teniendo bajos niveles de oxígeno, debemos investigar el otro lado, es decir, el torrente sanguíneo.

Como investigadora Elnara Negri, doctora del Hospital das Clínicas de la Facultad de Medicina de la USP y del Hospital Sírio-Libanês, observó, en abril, la presencia de trombosis en las arterias pulmonares y en los capilares alveolares en las autopsias de pacientes fallecidos por Covid- 19) Ella fue más allá y demostró que la heparina, un anticoagulante que previene la formación de trombos, mejoró el nivel de oxigenación de los pacientes. En la serie de casos publicada en la prestigiosa revista internacional British Medical JournalTodos los casos graves tuvieron una evolución favorable. Cuadro de mando brasileño, y aún mejor para nuestros pacientes.

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De hecho, la anticoagulación ya es una regla en las UCI en casos graves del nuevo coronavirus, con insuficiencia respiratoria.

Independientemente del mecanismo exacto que conduce a la «hipoxia feliz», otra implicación es sorprendente. Al revisar varias bases de datos internacionales, el ingeniero Pércio de Souza, del Instituto Estáter, y el cirujano Ben-Hur Ferraz Neto, del Hospital Alemão Oswaldo Cruz, descubrieron que el 80% de las muertes por el nuevo coronavirus en los Estados Unidos y Europa ocurrieron fuera de la UCI. La mayoría de ellos murieron en el hogar, en hogares de ancianos o en los servicios de emergencia, en cuestión de horas.

La hipótesis más plausible es que la hipoxia silenciosa contribuye al retraso en el reconocimiento de la gravedad de algunos casos de Covid-19. En este punto, los oxímetros, dispositivos que miden la saturación de hemoglobina oxigenada, pueden ayudarnos. Los niveles inferiores al 94% ya son una señal de advertencia, y el paciente debe buscar ayuda médica. El desafío es realizar y controlar la oximetría en los hogares de los pacientes.

* Geraldo Lorenzi Filho es profesor de neumología en FMUSP y director del Laboratorio del sueño en InCor

Ana Gomez

Ana Gómez. Nació en Asturias pero vive en Madrid desde hace ya varios años. Me gusta de todo lo relacionado con los negocios, la empresa y los especialmente los deportes, estando especializada en deporte femenino y polideportivo. También me considero una Geek, amante de la tecnología los gadgets. Ana es la reportera encargada de cubrir competiciones deportivas de distinta naturaleza puesto que se trata de una editora con gran experiencia tanto en medios deportivos como en diarios generalistas online. Mi Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/ana.gomez.029   Email de contacto: ana.gomez@noticiasrtv.com

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