Contribuciones para un Portugal 2030 efectivo

En el artículo anterior definimos las líneas generales que debe seguir Portugal 2030 y hoy abordaremos las contribuciones más significativas que el CCP ha defendido deben ser consideradas en la aplicación de los respectivos programas.

En primer lugar, en lo que respecta específicamente al apoyo a las empresas, el PT2030 falla (como en programas anteriores), por adoptar un enfoque excesivamente segmentado y centrarse en el objetivo de reindustrialización y/o en proyectos para un denominado “sector exportador”, lo que lleva a la conclusión de que en incentivos a empresas tendremos una réplica de apoyos pasados, solo que con un componente adicional de sustentabilidad impuesto por la comunidad. Olvidando que, para ser competitivos y agregar valor a lo que producimos y vendemos, necesitamos incorporar más y mejores servicios.

También es fundamental que la visión del “sector exportador” no siga reduciéndose a un binomio de bienes más turismo, que devalúa el papel fundamental de la exportación de servicios como aporte al incremento del valor agregado nacional y las exportaciones netas.

También es cuestionable que haya alguna referencia al sector del comercio, que se ha visto muy afectado por la pandemia y que necesita una apuesta seria por la reconversión de sus modelos de negocio, incorporando lo mejor que trae la evolución tecnológica, y también en el ámbito de la la sostenibilidad y la transición energética. En cuanto al sector de comercio y servicios, nos parece cuando menos extraño que no se intente articular, ni en términos de sistemas de incentivos a las empresas, ni en términos de acciones colectivas con la iniciativa Barrios Comerciales Digitales del PRR, complementando aspectos no previstos en dicho Plan.

Es fundamental completar la intervención del PRR con inversiones empresariales y profundizar las dinámicas de los centros urbanos, a través de la creación de agendas y alianzas movilizadoras para la recalificación y revitalización de los centros de las ciudades, centradas en una filosofía de «urbanismo comercial» sustentada en una inversión que combina intervenciones en el espacio público destinadas, por un lado, a mejorar la calidad y circulación de los espacios peatonales y, por otro lado, a posibilitar un mayor aprovechamiento de estos espacios por parte de los establecimientos comerciales y de servicios al consumidor, con intervenciones en la renovación del interior de establecimientos asociados como impulso para una nueva relación con el consumidor.

En cuanto a la cualificación, el CCP ha defendido en varias ocasiones como positiva la concentración de la formación inicial y continua, y todavía no entendemos la insistencia en separar la formación activa en dos programas muy diferentes. El programa Demografía, Calificación e Inclusión debería agregar toda la formación activa, es decir, toda la formación continua para adultos y en particular la modalidad Formación/Acción, dejando el programa ‘Innovación y Transición Digital’, en cuanto a formación profesional, con la vinculada a proyectos de inversión de las empresas.

Finalmente, el CCP considera que el PO de Innovación y Transición Digital debería individualizar otras tipologías relacionadas con las actuaciones de eficiencia energética, abarcando otros dominios como la economía circular o la calidad. Las prioridades definidas no hacen más que replicar lo realizado en las últimas décadas en materia de sistemas de incentivos a las empresas, olvidando que es fundamental revisar nuestro modelo de desarrollo, centrándonos en nuevas actividades que aseguren una mayor sostenibilidad a nuestro crecimiento económico. Ahora bien, el PTID es una importante oportunidad para iniciar un nuevo ciclo de creación de valor en el que definitivamente la “innovación productiva” no se agota ni se confunde con la “innovación en la industria”.

En cuanto a la digitalización en las empresas a través de acciones colectivas de eficiencia, obviamente CCP comparte la preocupación por reforzar las intervenciones encaminadas a incrementar la digitalización de las empresas, pareciendo el modelo de acciones colectivas el más adecuado para este fin. Lo que ya no se entiende es que, al igual que otras iniciativas -es decir, las que forman parte del PRR-, se pretende alcanzar objetivos poco creíbles en cuanto al número de usuarios o empresas apoyadas, sobre todo teniendo en cuenta las cantidades asignadas a este objetivo.

En el próximo artículo, concluiremos esta serie dedicada a Portugal 2030 con un análisis de las apuestas que no pueden quedar sin cumplir en esta oportunidad única para Portugal, en términos de fondos europeos.

Ana Gomez

Ana Gómez. Nació en Asturias pero vive en Madrid desde hace ya varios años. Me gusta de todo lo relacionado con los negocios, la empresa y los especialmente los deportes, estando especializada en deporte femenino y polideportivo. También me considero una Geek, amante de la tecnología los gadgets. Ana es la reportera encargada de cubrir competiciones deportivas de distinta naturaleza puesto que se trata de una editora con gran experiencia tanto en medios deportivos como en diarios generalistas online. Mi Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/ana.gomez.029   Email de contacto: ana.gomez@noticiasrtv.com

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