Ciudad china emite advertencia luego de detectar caso sospechoso de peste negra
Una ciudad del norte de China emitió una alerta de salud de nivel 3, la segunda más baja en el país asiático, después de que se diagnosticara un posible caso de peste bubónica, informó la prensa oficial.
La Comisión Municipal de Salud de la ciudad de Bayannur, en la región autónoma de Mongolia Interior, reveló que un pastor fue ingresado en un hospital local, donde le diagnosticaron la enfermedad. El paciente permanece aislado y en una condición «estable», según la misma fuente.
La alerta de nivel 3 permanecerá vigente hasta el final de este año para prevenir y controlar posibles brotes de peste bubónica. La escala varía de 1 a 4, el nivel uno es el más alto y el cuatro es el más bajo.
También conocida como la peste negra, la enfermedad fue la pandemia más devastadora registrada en la historia humana, diezmando aproximadamente a la mitad de la población europea, según algunas estimaciones.
En un comunicado, el ejecutivo municipal pidió a los ciudadanos que sean más cautelosos para prevenir el contagio entre los seres humanos y exigió que no consuman animales que puedan causar infecciones por la enfermedad.
Las autoridades también pidieron que se informaran casos de pacientes con fiebre alta sin razón aparente o que mueren repentinamente.
La Comisión Municipal de Salud también pidió a los ciudadanos que informarles si encuentran marmotas u otros animales enfermos o muertos, y recordó que la caza de animales que pueden transmitir la enfermedad está prohibida.
La mención específica de las marmotas puede estar relacionada con dos casos confirmados de peste bubónica en Mongolia la semana pasada.
En ese caso, dos hermanos fueron hospitalizados con la enfermedad después de comer carne de marmota.
Estos animales y otros pequeños mamíferos portan pulgas infectadas con la bacteria yersinia pestis, que causa la peste bubónica y neumónica.
En el caso de la peste bubónica, los síntomas generalmente aparecen después de un período de uno a siete días y, sin tratamiento con antibióticos, la enfermedad tiene una tasa de mortalidad entre 30% y 60%.
Los tres países más afectados, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son Madagascar, República Democrática del Congo y Perú.