Choques contra la depresión.

Las tecnologías que desencadenan descargas eléctricas controladas pueden unirse a los antidepresivos para tratar esta enfermedad. (Ilustración: Pedro Hamdan / SALUD es Vital)
La estimulación transcraneal parece ciencia ficción, pero no es una novedad para los investigadores. Los electrodos se colocan en la cabeza del paciente y emiten descargas eléctricas destinadas a restablecer la función de las neuronas; en este caso, para contrarrestar depresión. La dificultad radica en afinar la técnica, por lo que no ha llegado a la práctica clínica.
Para los científicos de la Universidad Americana de Carolina del Norte, parece que se ha avanzado en esta dirección. Probaron una frecuencia eléctrica específica en un estudio de 32 víctimas de depresión. Después de seis semanas, el 78% de los voluntarios sometidos al método mejoraron enormemente.
"Esto nos da la confianza para seguir adelante", dice el ingeniero Flavio Frohlich, coordinador del trabajo. Se espera que la estimulación transcraneal traiga menos efectos secundarios que los remedios tradicionales.
Otros tratamientos que no impliquen antidepresivos.
Terapia electroconvulsiva: un dispositivo dispara cargas eléctricas que desencadenan ataques controlados que pueden reorganizar el cerebro, sacudido por la depresión. Es el electrochoque moderno, por así decirlo.
Terapia magnética: Es similar a la opción anterior, pero hecha con ondas magnéticas. Aún en estudios, tendría un menor riesgo de pérdida de memoria temporal.