China quiere volver a olvidarse de Windows y empezar a usar Linux en el gobierno
Durante muchos años, China ha estado tratando de abandonar Windows y adoptar su propio sistema operativo, preferiblemente basado en Linux. Su distribución existe y lo más probable es que ahora se vuelva a utilizar.
El gobierno chino tiene en marcha nuevamente un proceso para eliminar el software extranjero, pero esta vez quiere ir más allá. También quiere usar solo computadoras y hardware construidos en el país.
China siempre ha asumido que quiere eliminar toda su dependencia del software extranjero. Para eso, creó una versión interna de una distribución de Linux, que ha intentado implementar en el país. Este es un proceso que ha estado ocurriendo durante varios años y debe continuar.
Ahora, y según información compartida recientemente, China quiere ir más allá en este proceso. No solo quiere abandonar Windows, también quiere reemplazar las PC usadas y comenzar a usar hardware fabricado y ensamblado en su propio país.
La orden habrá venido de Beijing y se aplica a oficinas gubernamentales y empresas estatales. Estos deben reemplazar las PC de marcas extranjeras y sus sistemas operativos asociados con alternativas que se puedan mantener internamente.
Esto llevará a que se intercambien 50 millones de PC solo en agencias gubernamentales. Obviamente, este proceso no se completará de una sola vez, sino que debe llevarse a cabo gradualmente durante un período de dos años, según fuentes anónimas cercanas a este tema.
Aunque es algo que se puede hacer, seguro que habrá excepciones. Algunos componentes, como CPU y GPU, que son esenciales y no se fabrican localmente, deberían quedar excluidos de esta imposición que está aplicando el gobierno de China.
Este no es un proceso nuevo y que algunos países y ciudades ya han intentado, casi siempre sin un éxito visible. Aquí tenemos una de las naciones más grandes del planeta, con la capacidad de imponer tal cambio, por lo que será interesante ver cuál será el resultado final.