"Centros de reeducación religiosa" con vistas al autoritarismo





Según las Naciones Unidas, dos millones de personas de la minoría musulmana uigur fueron enviadas a campos de adoctrinación en la provincia de Xinjiang. "Una zona sin derechos", dice la organización.





Hace días, el Gobierno chino organizó una visita para mostrar cuán bien se encuentra en los centros de reeducación de minorías musulmanas que "plantó" en la provincia de Xinjiang. La medida tiene como bandera "promover una transformación ideológica e impedir el extremismo". Sin embargo, el programa es acusado de ser un lavado de cerebro. Y, supuestamente, con métodos como mínimo cuestionables.

Después de meses a negar la existencia de campos de concentración para "reeducar" minorías musulmanas -sobre todo la uigur- y siglos intentando restringir la práctica del Islam en territorio nacional, China transformó el envío de personas de esa etnia para complejos de adoctrinado en ley y ha aumentado la preocupación internacional.

"Los gobiernos locales pasan a poder establecer organizaciones de reeducación y modificación religiosa y otros centros de seguimiento de actividades extremistas, con el objetivo de transformar la mentalidad de personas que puedan haber sido afectadas por ideas extremistas", refiere la nueva legislación.

Cantar un nuevo país

A las acusaciones de detenciones arbitrarias, el Ejecutivo responde que "algunos ciudadanos culpables de crímenes leves son enviados a centros vocacionales para que tengan mejores oportunidades de empleo". Además, afirma que Xinjiang "enfrenta serias amenazas por parte de combatientes islámicos y separatistas".

Sin embargo, varias organizaciones locales denuncian actos de violencia y de tortura contra los uigures, "con miles de personas detenidas y familias enteras desaparecidas".





La preocupación llegó a la Comisión de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial, y la vicepresidenta, Gay McDougall, afirmó tener denuncias de que desde abril de 2017, dos millones de uigures habrían sido enviados a campos de adoctrinación política. Según la responsable, el Gobierno chino "transformó la región autónoma uigur en algo parecido a un campo de concentración envuelto en secreto, en una zona sin derechos".

El diario The New York Times llega incluso a citar testimonios de ex detenidos que afirman haber sido forzados a cantar canciones con letras de elogio al régimen-algunos de elevada sustancia poética, como "Sin el Partido Comunista, no habría una nueva China ". Quien no se acordara de los versos no tenía derecho al desayuno.

La mitad de la población de Xinjiang-cerca de 12 millones de personas- pertenece a minorías musulmanas. La mayoría son uigur, cuya religión, cultura e idioma, además del histórico de movimientos de independencia y resistencia al dominio chino, siempre importunaron a Pekín. Una de las 56 etnias reconocidas por el Gobierno, los uigures se sienten más cerca de Asia Central que de China y hablan una lengua similar al turco.

Control absoluto

En tesa, los ciudadanos chinos son libres de practicar cualquier religión, pero los uigures están sujetos a niveles cada vez más intensos de vigilancia a medida que el Gobierno procura restringir la veneración religiosa y colocarla bajo la tutela del Estado.

Académicos de 26 países, entre ellos Turquía, Kazajstán y Malasia, divulgaron una declaración conjunta de condena a la internación masiva. Además de la uigur, constaban otras minorías, como kazajo y kirguiz, "forzadas a abandonar lengua nativa, creencias religiosas y prácticas culturales".

Mihrigul Tursun fue "drogada y sometida a choques eléctricos"

El Club Nacional de Prensa estadounidense, en Washington, sirvió, en noviembre, de ventana para la experiencia de Mihrigul Tursun en uno de los campos de concentración de Xinjiang, en enero de 2018. La mujer, de 29 años, reveló que fue "drogada , interrogada durante días, sin dormir, atada a una silla y sometida a choques eléctricos ". Se acuerda de los interrogadores diciéndoles que "ser uigur es un crimen". Fue la tercera vez, desde 2015, que estuvo en un campo de reeducación. La primera fue cuando llegó a China, ida de Egipto, donde había estudiado y casado, para presentar a la familia los trigéminos de los que había sido madre. Estuvo tres meses detenida. Cuando fue liberada, uno de los hijos había muerto. Fue interrogada sobre su vida en Egipto. "Volver a un campo de internamiento en 2017, pero la peor experiencia fue hace un año:" Confinada a una celda con 67 mujeres, que tenían que alternar entre dormir y ponerse de pie en turnos de dos horas, nueve murieron durante los tres meses en que estuve allí. Cuando regresó de nuevo a Egipto, de donde salió a Estados Unidos. Vive en el estado de Virginia.

Manuel Rivas

Fernando Rivas. Compagino mis estudios superiores en ingeniería informática con colaboraciones en distintos medios digitales. Me encanta la el periodismo de investigación y disfruto elaborando contenidos de actualidad enfocados en mantener la atención del lector. Colabora con Noticias RTV de manera regular desde hace varios meses. Profesional incansable encargado de cubrir la actualidad social y de noticias del mundo. Si quieres seguirme este es mi... Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/manuel.rivasgonzalez.14 Email de contacto: fernando.rivas@noticiasrtv.com

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