Celebremos la fecha más hipócrita del año





¡Vamos a celebrar! Vamos a sentarnos alrededor de una mesa abundante, con la familia unida, en una noche bella, de luces, colores y sabores.





Vamos a fingir que el único sentimiento presente allí es el afecto y que nadie habla mal de los demás detrás de las puertas. Vamos a fingir que nadie debe dinero a nadie, que nadie especula sobre la vida ajena y que todos son igualmente bienvenidos en aquella celebración tan generosa.

Vamos a hablar sobre la moral y las buenas costumbres, sobre los principios religiosos y sobre la importancia de mantener las tradiciones, fingiendo que nadie en nuestras familias desvía dinero del fisco, emite facturas falsas, excede los límites de velocidad o tiene relaciones extramatrimoniales. Vamos a celebrar, vamos a jurar de pies juntos que, en esa familia, todos merecen las bendiciones divinas.

Vamos a comprar uno, dos, siete, quince, veintiocho regalo para nuestros niños, que ciertamente comprenden perfectamente el espíritu solidario de la Navidad. Vamos a comprar juguetes de plástico de colores que se olvidarán antes de fin de año, perdidos en medio de otros doscientos y once juguetes innecesarios. Vamos a comprar lindas ropas para nuestros niños, fabricadas por otros niños del otro lado del globo terrestre.

Vamos a juntar alrededor de la mesa, con nuestro vino de buena calidad, y hablar de cuán inmenso está estropeando nuestro país, al lado de un hermoso y trabajado pesebre, que celebra el nacimiento del hijo pobre de una pareja refugiada. Vamos a enseñar a nuestros niños a dudar de musulmanes, gitanos, árabes y africanos, mientras les contamos la importancia de seguir el camino atravesado por Jesucristo.

Vamos a donar comida a los pobres y publicar fotos de las donaciones en nuestras redes sociales, para recibir decenas de elogios y elogios por la hermosa conducta. Vamos a celebrar la caridad, mientras, a lo largo del año, hablamos mal de todos los proyectos de inclusión social. Vamos a comprar hermosos regalos para nuestros parientes ancianos a los que no dedicamos ningún tiempo a lo largo del año.

Vamos a comer mucho más de lo necesario, vamos a beber hasta vomitar verdades que nuestra cobardía esconde todo el año. Vamos a obstruir a nuestros hijos de azúcar y de egoísmo. Vamos a dejar a las mujeres llevar todos los platos a la cocina, mientras los hombres continúan hablando en la mesa de la sala. Vamos a usar la horquilla para empujar restos de comida a la basura, mientras rezamos por los más pobres. Vamos a celebrar.





Nacho Vega

Nacho Vega. Nací en Cuba pero resido en España desde muy pequeñito. Tras cursar estudios de Historia en la Universidad Complutense de Madrid, muy pronto me interesé por el periodismo y la información digital, campos a los que me he dedicado íntegramente durante los últimos 7 años. Encargado de información política y de sociedad. Colaborador habitual en cobertura de noticias internacionales y de sucesos de actualidad. Soy un apasionado incansable de la naturaleza y la cultura. Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/nacho.vega.nacho Email de contacto: nacho.vega@noticiasrtv.com

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