Un buceador dio de caras con un cadáver atado a bidones cargados de arena, a unos tres metros de profundidad, en una playa cerca de Granada, en España, este miércoles.
El cadáver fue encontrado a unos 50 metros de la costa, en la playa de Cagaílla, estando la Guardia Civil a investigar las circunstancias de la muerte.
Los militares del Grupo Especial de Actividades subacuáticas fueron llamados a recuperar el cuerpo, operación que tardó varias horas, revela el "El País".