Bruselas recorta el crecimiento alemán al 0,3% y la inflación al 2,8% en 2024
En sus previsiones económicas de invierno, Bruselas prevé que, tras contraerse un 0,3% en 2023, el Producto Interior Bruto (PIB) de Alemania aumentará un 0,3% en 2024 y un 1,2% en 2025.
La Comisión Europea revisó hoy a la baja el crecimiento de la economía alemana hasta el 0,3% en 2024, y la tasa de inflación, que ahora espera reducirse hasta el 2,8% en el año en curso.
En sus previsiones económicas de invierno, Bruselas prevé que, tras contraerse un 0,3% en 2023, el Producto Interior Bruto (PIB) de Alemania aumentará un 0,3% en 2024 y un 1,2% en 2025.
Para este año, implica una revisión a la baja del 0,8% previsto en las previsiones de otoño, mientras que la previsión para 2025 se mantiene sin cambios.
El ejecutivo comunitario justifica que los indicadores de sentimiento económico siguen siendo débiles, y algunos indicadores alcanzaron en enero sus niveles más bajos desde la crisis de la pandemia de Covid-19, lo que apunta a un crecimiento económico moderado en el primer semestre de 2024.
«Se espera que el crecimiento de la inversión se mantenga bajo en relación con los valores anteriores a la pandemia, presionado por el sentimiento pesimista de los inversores a principios de año», advierte, añadiendo que «la escasez de mano de obra» también condiciona la actividad.
Bruselas considera que una recuperación impulsada por el comercio también es «improbable», ya que se espera que las exportaciones y las importaciones crezcan aproximadamente al mismo ritmo en los dos años previstos.
También espera que una postura de política fiscal más restrictiva tenga un impacto desalentador en las perspectivas de crecimiento a corto plazo.
Por otro lado, las condiciones de financiación en el mercado han “mejorado moderadamente” y se espera una mayor flexibilidad a través del canal de crédito bancario.
La Comisión Europea también predice que el Índice Armonizado de Precios al Consumo (IPCA) se reducirá del 6% en 2023 al 2,8% en 2024 y al 2,4% en 2025.
La previsión para este año supone una revisión a la baja respecto al 3,1% previsto en otoño, mientras que para 2025 una revisión al alza de 0,2 puntos porcentuales.
“Se espera que la inflación en ambos años sea impulsada principalmente por el sector de servicios, donde el crecimiento salarial mantiene temporalmente la inflación alta”, afirma.
Por otro lado, se espera que el crecimiento de los precios de los productos energéticos contribuya “sólo ligeramente” a la inflación en el futuro.