Blinken visitará Israel en su sexto viaje a Oriente Medio desde el inicio de la guerra
El secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, incluyó una visita a Israel el próximo viernes (22), durante su sexta visita a Oriente Medio desde el inicio de la guerra entre Tel Aviv y Hamás en octubre del año pasado. La información procede del periódico Times of Israel, que atribuye la noticia a un funcionario estadounidense.
La ausencia de Israel en el itinerario de Blinken había causado cierta sorpresa: el secretario había visitado al aliado de Estados Unidos en cada uno de sus cinco viajes anteriores a la región desde el inicio del conflicto, hace más de cinco meses.
Está previsto que Blinken llegue a Arabia Saudita este miércoles y visite El Cairo el jueves (21) para hablar con los líderes regionales sobre los esfuerzos para garantizar un alto el fuego en los combates. En Riad se espera que se reúna con el Príncipe Heredero, Mohammed bin Salman. La visita se produce en medio de disputas entre el presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro israelí Binyamin Netanyahu.
El martes pasado, el primer ministro rechazó un llamamiento de Biden para cancelar los planes de una ofensiva terrestre en Rafah, último refugio de más de la mitad de los 2,3 millones de habitantes del territorio. Netanyahu dijo a los legisladores que dejó «extremadamente claro» al presidente estadounidense en una llamada telefónica que Israel estaba decidido a invadir la ciudad.
La tensión pública entre las dos administraciones tiene pocos precedentes en la historia de Israel, ya que Estados Unidos ha sido un aliado cercano del país de Oriente Medio desde su fundación en 1948. La semana pasada, Chuck Schumer, líder del Partido Demócrata en el Senado y máximo -Un funcionario judío de alto rango electo en Estados Unidos, pidió a los israelíes que reemplacen a Netanyahu. Biden calificó el discurso como un «buen discurso».
La población de Gaza ha estado viviendo los bombardeos desde octubre del año pasado, cuando un ataque de Hamás en el sur de Israel inició la guerra. La incursión del grupo terrorista mató a unas 1.200 personas, según Tel Aviv, mientras que los ataques en territorio palestino dejaron 31.923 muertos y 74.096 heridos.
La UNRWA (agencia de la ONU para los refugiados palestinos) estima que la destrucción provocó 23 millones de toneladas de escombros. «Se necesitarán años para eliminar los escombros», estimó la entidad en un mensaje publicado en X.
La casa de Um Nael al Kahlout y su marido, Saed Ismail, se encuentra entre las destruidas. Les llevó treinta años construir el edificio de cinco plantas en Jabalia, una ciudad del norte de la Franja de Gaza devastada tras más de cinco meses de guerra. Sin embargo, los bombardeos israelíes destruyeron el edificio en sólo unos minutos.
Actualmente, Gaza tiene alrededor de 1,7 millones de desplazados internos, según la ONU, el 75% de su población de 2,2 millones de personas. Gran parte de la población se refugió en el sur del territorio, en ciudades como Rafah, para escapar de los combates o tras la destrucción de los lugares donde vivía.
La pareja palestina formaba parte de esta estadística, pero regresó tras la retirada de las tropas israelíes de las inmediaciones de su residencia. Al regresar, Um Nael dice que se sorprendió al ver su casa en el suelo. «Descubrimos que todo se había derrumbado, los cinco pisos. En uno de los pisos había un estudio equipado con cámaras, equipos y computadoras. Todo está bajo los escombros», dice.
«Establecimos un refugio sobre las ruinas. Son nuestros recuerdos, nuestro hogar, trabajamos duro para construirlo. Nos quedamos aquí porque no hay ningún lugar adonde ir. No hay refugio. Todas las casas están destruidas. Incluso si quisiéramos para quedarse con familiares, sus casas también fueron destruidas», afirma.
En el refugio improvisado, algunos bloques de concreto sirven como escaleras, un reloj de pie roto permanece en una de las columnas que aún están en pie y plantas verdes que sobrevivieron se conservaron en un jarrón de concreto.
La principal urgencia de la pareja es encontrar comida. «Vamos a organizaciones benéficas y hacemos cola con la esperanza de recibir malva», dice Saed, citando una hierba con la que hace sopa. «Siempre es malva, no comemos nada más».
En el norte, donde viven Um Nael y Saed, la situación humanitaria es particularmente catastrófica. Las agencias especializadas de la ONU han advertido que la hambruna podría azotar esta región antes de finales de mayo si no se toman medidas urgentes.