Bioenergía: más allá de las palabras de moda, las soluciones
Con el fin de la COP 28, un balance sintético permite resaltar que los combustibles fósiles fueron el principal objetivo de los participantes, destacando las fuertes declaraciones del Secretario General de la ONU, António Guterres: “Quiero decir que la salida de los combustibles fósiles Es inevitable, les guste o no. Esperemos que no sea demasiado tarde. El mundo no puede permitirse retrasos, indecisión o medias tintas”.
Lamentablemente, a pesar de las advertencias, tanto a nivel europeo por el complejo proceso interno de las instituciones de la Unión Europea, como a nivel nacional por el retraso y la falta de articulación por parte de los legisladores, efectivamente hay indecisiones, que retrasan el ritmo deseado. hacia la creación de un mercado efectivo en el ámbito de la bioenergía, impulsando verdaderas alternativas de descarbonización para sectores como el de la movilidad.
Una realidad que hace aún más urgente que –en el año 2024 que está por comenzar– se compensen los retrasos y las prolongadas indecisiones a nivel de políticas públicas.
En el caso portugués, a los mencionados retrasos legislativos con un impacto significativo en la actividad de los productores nacionales, se suma la falta de opciones políticas claras que impulsen una transición energética basada en un modelo adecuado a nuestras capacidades efectivas en términos de tecnología. , recursos y materias primas. Actualmente, como ya se ha demostrado en otros lugares, el esfuerzo por descarbonizar la movilidad ha avanzado a la par de los biocombustibles.
Según la ENSE, “tres cuartas partes de la descarbonización de la movilidad se está haciendo a través de biocombustibles” y “en los primeros ocho meses de 2023 hubo un crecimiento exponencial de los combustibles de segunda generación”.
Anticipándose al comportamiento del mercado portugués y consciente de que el avance efectivo de la transición energética para reducir el uso de combustibles fósiles sólo se logrará mediante un conjunto de soluciones combinadas, y no mediante una opción exclusiva, APPB cambió recientemente su nombre por el de “Portuguesa Asociación de Productores de Biocombustibles” a “Asociación Portuguesa de Productores de Bioenergía”.
Lejos de ser un mero cambio semántico, este cambio va acompañado de un cambio estatutario que pretende integrar a los productores nacionales de biogás y biometano, con un peso cada vez mayor –por ejemplo– en la reducción de emisiones en términos de transporte público. La bioenergía, hoy finalmente valorada en estrategias centradas en la transición energética, ha sido objeto de décadas de políticas contrarias a su implementación y de un conjunto de legislación ambiental inadecuada y desfavorable a su crecimiento.
La nueva APPB será, por tanto, la encargada de extender su misión de defender los intereses comunes y garantizar una actividad sostenible del sector a otros productores, a través de medidas como exigir garantías de origen de las materias primas utilizadas.
En el caso del biometano, es crucial que se publique la tan esperada legislación que definirá el marco estratégico del sector, promoviendo el surgimiento del indispensable modelo de coordinación entre productores, tan diferentes entre sí en términos económicos actividades, desde el sector público empresarial hasta el sector industrial privado, incluyendo la ganadería.
Al tratarse de un recurso endógeno con un precio más accesible y una mayor disponibilidad inmediata, la estrategia para su uso debe combinar la existencia de un sistema oficial de garantías de origen con un proceso de concesión de licencias ágil en términos de calendario de aprobación, dando la debida prioridad ambiental a esta valorización energética. con alto potencial.
Se identifican soluciones en el camino a seguir. Para 2030, este mismo camino implicará inversión, mayor electrificación y, en particular, la disponibilidad de mercados energéticos para ofrecer más combustibles descarbonizados; biometano, biomasa y combustibles bajos en carbono.
Además de los tópicos que se pronuncian periódicamente en situaciones como la COP 28, ahora hay –como afirmó António Guterres– decisiones que tomar. El año que comienza será sin duda, a nivel nacional, una ocasión de cambio que la APPB espera que sea decisiva para hacer de Portugal un país ejemplar en la forma en la que aprovechamos nuestros recursos, por el bien de la sostenibilidad y de todo el planeta.
El autor firma este artículo como Secretario General de APPB – Asociación Portuguesa de Productores de Bioenergía