Balanza de pagos con saldo negativo de 1.698 millones de euros hasta julio
La balanza de pagos portuguesa registró un saldo negativo de 1.698 millones de euros en julio. Las exportaciones e importaciones registraron descensos interanuales del 25,9% y 22,3%, respectivamente, además del saldo de viajes y turismo, que disminuyó 65,9% en créditos y 41,8% en deudas según datos de la Banco de Portugal puso a disposición este jueves 17 de septiembre.
Durante los siete primeros meses de 2020, a pesar de la aportación negativa al saldo, el déficit de la balanza de mercancías disminuyó en 2.615 millones de euros respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, el superávit de la balanza de servicios se reduce en 5.022 millones de euros. Esta reducción se justificó, en su mayor parte, por el fuerte descenso del saldo de la partida de viajes y turismo, de 4.289 millones de euros.
Hasta julio, las exportaciones de bienes y servicios disminuyeron un 23,3% (15% en bienes y 38,4% en servicios) y las importaciones disminuyeron un 18,8% (17,6% en bienes y 23,9% en servicios) .
Entre enero y julio de 2020, el déficit de la cuenta de renta primaria se redujo en 1.156 millones de euros respecto al mismo periodo hasta los -2.259 millones de euros. La disminución del déficit se justificó en gran medida por la reducción del pago de rentas de inversión a entidades no residentes.
El superávit de la balanza de renta secundaria se redujo en 104 millones de euros, lo que se debió a un incremento en el pago de transferencias corrientes al exterior, respecto al mismo período del año anterior. Por su parte, el saldo de la cuenta de capital creció en 262 millones de euros respecto al mismo período del año anterior, como consecuencia de un aumento de los ingresos por fondos comunitarios.
Finalmente, hasta julio de 2020, el saldo de la cuenta financiera registró una disminución del patrimonio neto de Portugal frente al valor de 1.736 millones de euros. Esta disminución se debió principalmente al aumento de los pasivos del Banco de Portugal con el Eurosistema y la inversión de no residentes en títulos de deuda pública portuguesa. Por otro lado, se produjo un aumento de los activos bancarios frente a las entidades no residentes, concretamente de los títulos de deuda emitidos por países pertenecientes a la Unión Monetaria, y una reducción de los depósitos de los no residentes en bancos nacionales.