Armas de juego, 15 millones de dólares y botes de goma: El asalto del siglo que precedió a la Casa de Papel
Seis ladrones y 23 rehenes dentro del banco. Al cabo, más de 300 policías, de los cuales 4 eran franco-tiradores, y un sin fin de cámaras de televisión a transmitirla a toda la Argentina. Fue este el escenario recordado por El País de uno de los asaltos más mediáticos de la historia de este país sudamericano. Para muchos, la inspiración detrás de la famosa serie española "La Casa de Papel".
Ya han pasado 13 años desde que los asaltantes en cuestión lograron huir del escenario que abre este texto, con la ayuda de barcos inflables que navegaron por un túnel cargado con 15 millones de dólares. Cinco horas de tensión que culminaron en la espantosa fuga que la policía sólo dio cuenta después de haber roto las puertas de esta sucursal del Banco Río de Acasuso. En el barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es sólo plata y en el amores "(" En los barrios de ricos, sin armas ni rencores, sólo hay dinero y no amores, sólo hay 147 cofres personales arrombados y un mensaje escrito en una de las paredes: "traducido libremente al portugués).
El asalto aquí descrito ocurrió el 13 de enero de 2006, a 21 kilómetros de Buenos Aires. De la maquilla robada sólo se recuperó un millón. Los cinco miembros de la cuadrilla fueron arrestados, pero no llegaron a pasar más de cinco años en la cárcel: les redujeron la pena porque usaron armas para jugar. La cuadrilla fue atrapada en falso por la delación de la mujer de uno de los asaltantes – sabía que el marido estaba pensando huir con la amante y eso fue motivo más que suficiente para el "entregar" a las autoridades. Desde entonces, ninguno de ellos ha vuelto a cometer ningún delito y se desconoce el paradero de la cantidad robada.
El crimen en cuestión no sólo es considerado uno de los mayores de la historia criminal de la argentina como es también uno de los más caricatos. Fernando Araujo, el ideólogo y creador del plan, no tenía ningún pasado ligado a la criminalidad. Pintaba cuadros en su taller, que quedaba a diez cuadras del banco. Un día, este profesor y campeón de jiu jitsu, se acordó de dar una golpada como nadie había hecho hasta entonces.
Cuando Araujo comenzó a reclutar a sus compañeros, tenía 44 años, muchos no podían creer en él. "Substimei ella. Era un gran orador, tenía la ropa siempre sucia, barba larga y fumaba mucha marihuana. "Parecía un bohemio fantasioso, no un hombre que quería cometer un gran asalto", recuerda Rubén Alberto de la Torre, el primero de los ladrones a entrar en ese banco, el día del asalto, se enmascaraba de médico, con una peluca, y gritaba "Manos ¡Al alto! "
El líder creía que podía haber sido ingeniero, arquitecto, gerente de una gran empresa, filósofo o actor. "A veces me pregunto cómo una persona como yo, con estudios universitarios, viniendo de una buena familia (de clase media-alta), se dejó llevar a la marginalidad", contó Araujo a El País.
En total, la planificación del asalto se hizo a lo largo de dos años. Araujo dijo a sus cómplices que la idea era atacar el sistema capitalista de los bancos y no atentar contra la vida de alguien. "Tenemos que ganar el clamor popular", les dijo. La idea era engañar a la policía, hacerles creer que eran delincuentes listos para matar a los rehenes cuando en realidad sólo querían ganar tiempo para robar las cajas de seguridad y huir sin ser vistos.
Fans de la serie española que ha hecho un éxito nunca antes visto ya habrán identificado algunos puntos en común: la historia de Fernando Araujo es casi igual al argumento de "La Casa de Papel". Ladrones audaces, que no querían hacer daño a nadie, utilizaron la inteligencia para dar un gran golpe y siempre bajo la batuta de un hombre pensativo, sin antecedentes penales.
El asaltante que habló con el negociador de la policía, en aquel momento, fue Luis Mario Vitette Sellanes, que estudió teatro para conseguir hablar con desenvoltura y voluntad. Entró enmascarado, con un traje gris.
Fuimos una especie de magos. Cuando entraron para prendernos, ya no estábamos allí. La prensa decía que estábamos escondidos, casi de seguro, pero no, huimos por un agujero que estaba ligado a un túnel que nos tardó año y medio a hacer ", recuerda.
Actualmente, Sellanes vive en Uruguay, su país natal, y trabaja en una joyería. "Es todo legal", afirma.
Araújo también dice que se retiró del mundo del crimen. Está escribiendo el guión para la película que se hará sobre su asalto y volvió a dar clases de artes marciales. "La idea del origen del Universo y la idea del asalto fueron las únicas que me consiguieron poner una serie de cosas por todo el cuerpo", revela. Se define como un hombre espiritual, apasionado por la astronomía y el ajedrez, que sigue fumando marijuana y pintar – siempre al sonido de Mozart.