António Saraiva: «Asegurando empleo para salvar el país»





El presidente del CIP ha criticado algunos de los aspectos del plan de apoyo empresarial anunciado por el Gobierno, pero en una entrevista con JE enfatiza que el Ejecutivo ha estado dialogando y ha sido capaz de ajustar las respuestas a la crisis. António Saraiva argumenta que salvar la economía en este momento delicado depende de preservar el empleo y los ingresos para los portugueses, por lo que las empresas deben tener asegurada la liquidez.





¿Le preocupan los efectos de la pandemia en la economía? ¿Qué anticipan en términos de impacto en la economía portuguesa?
Obviamente, estoy muy preocupado. Desafortunadamente, prevenir un impacto económico severo ya es imposible. Mitigarlo es un requisito. Es a lo que me comprometo, en contacto permanente con mis compañeros líderes del movimiento de asociaciones empresariales y con el Gobierno, buscando las mejores respuestas a esta situación, en todo lo que concierne a las empresas. No sabemos la duración, intensidad o nivel de dispersión de la pandemia. Nos enfrentamos a una situación sin precedentes, que adquiere nuevas formas en todo momento. En consecuencia, tampoco es posible tener una estimación creíble de su impacto económico.

¿Qué opina de las medidas que se han presentado para combatir los efectos económicos de la crisis de Covid-19? ¿Son suficientes?
Como dije, el contacto con el Gobierno ha sido permanente, en busca de las mejores respuestas. Existe la conciencia de que las respuestas deben ser dinámicas, según lo requiera la situación. El Gobierno ha estado aumentando el tamaño de estas respuestas y ajustándolas, tanto en términos de apoyo a la tesorería como en el campo laboral. Continuamos presentando nuestras propuestas, ya sea con el objetivo de un acceso más fácil, más rápido y más completo a las medidas ya decididas, o en términos de nuevas medidas. Hemos sido críticos y constructivos. Hemos sido escuchados Es un camino que se lleva a cabo en diálogo constante, con la responsabilidad que exige la situación.

¿Está de acuerdo con el criterio establecido para definir qué es una empresa en dificultades, es decir, una caída anual del 40% en la facturación, en un período de tres meses? ¿Las empresas portuguesas corren el riesgo de tener acceso solo al soporte en junio o julio?
Este criterio, definido en el marco del apoyo financiero extraordinario para el mantenimiento de empleos, es uno de los aspectos en los que fuimos muy críticos. Ayer ya fue objeto de un cambio, pero sigue siendo un punto que merece un ajuste urgente, que seguimos discutiendo.

Según los informes, el mecanismo de incumplimiento crediticio de las empresas afectadas por la crisis solo se definirá a fines de mes. ¿Debería este proceso ser más rápido?
Sin lugar a dudas, aunque entiendo que es un proceso muy complejo y delicado, requiere una buena articulación entre el Gobierno, el Banco de Portugal y el sector bancario.

¿Qué más podría hacer la banca para apoyar a las empresas?
Este es un problema que requiere todas las entidades. Dado el papel que desempeña en la economía, la banca ciertamente no será una excepción. El Banco Central Europeo está lanzando nuevos estímulos monetarios y ha decidido facilitar el cumplimiento de los bancos con los requisitos de relación de capital, precisamente para garantizar que se satisfagan las mayores necesidades de financiamiento de la economía real. Específicamente, además de las moratorias, destacaría la necesidad de que los bancos pongan en funcionamiento, con rapidez y agilidad, las líneas de crédito con garantía mutua que se decidieron.

¿Está de acuerdo con la declaración de estado de emergencia y con las medidas que el Gobierno está autorizado a tomar, de ser necesario? Pienso, por ejemplo, en medidas como la posibilidad de limitar la circulación y ordenar recursos de empresas privadas, que podrían tener un impacto en la actividad económica.
La declaración de estado de emergencia otorga al Gobierno mayores poderes, aumentando el margen de maniobra para manejar una situación que es efectivamente una emergencia. Confío en que el Gobierno sabrá cómo utilizar estos nuevos poderes con discernimiento, buscando el difícil equilibrio entre salvaguardar la salud pública y mitigar el impacto social y económico de las medidas a tomar.





Desde un punto de vista económico, la consigna es: garantizar el empleo para salvar al país. Con ese fin, necesitamos unir fuerzas para que la mayor cantidad posible de empresas sobreviva a las dificultades actuales y mantenga su capacidad de impulsar la recuperación cuando se levanten las restricciones. Este es un momento que exige una gran cohesión nacional y solidaridad por parte de todos: empresas, trabajadores, gobierno y ciudadanos.

Artículo publicado en la edición 20-03-2020 de Jornal Económico. Para leer la edición completa, accede al lector JE aquí

Ana Gomez

Ana Gómez. Nació en Asturias pero vive en Madrid desde hace ya varios años. Me gusta de todo lo relacionado con los negocios, la empresa y los especialmente los deportes, estando especializada en deporte femenino y polideportivo. También me considero una Geek, amante de la tecnología los gadgets. Ana es la reportera encargada de cubrir competiciones deportivas de distinta naturaleza puesto que se trata de una editora con gran experiencia tanto en medios deportivos como en diarios generalistas online. Mi Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/ana.gomez.029   Email de contacto: ana.gomez@noticiasrtv.com

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