ACNUR dice que Libia no es opción para desembarque de migrantes salvos en el mar
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) considera que Libia no es una opción para el desembarque de los migrantes rescatados en el mar debido a los "graves malos tratos" que arriesgan en el país.
En un comunicado sobre las consecuencias de la reenvío de migrantes a ese país, aplicado desde 2015, el organismo declara "no considerar que Libia cumpla los criterios" que la califican como "un lugar seguro para un desembarque tras un rescate en el mar".
En consecuencia, el ACNUR pide a los países "para no reenviar a Libia a cualquier ciudadano de terceros países interceptado o salvo en el mar", y aún" asegurar que las personas con necesidad de protección internacional puedan acceder a procesos de asilo justos y eficaces después de su desembarque ".
El documento añade que, de conformidad con el Derecho del mar, los desembarques deben transcurrir "de forma previsible en un lugar seguro y en condiciones que respeten los derechos humanos", incluida la "adhesión al principio de no repatriación".
La eventualidad de una reenvío a Libia de migrantes ha sido siempre categóticamente excluida por las autoridades europeas, por considerar que el país del norte de África no constituye un puerto "seguro". Pero, tras la disputa promovida por Italia durante este verano, en torno a la acogida de migrantes, la cuestión surgió.
En una aplicación de su nueva política migratoria, que la opone a diversos sectores dentro de la Unión Europea (UE), Italia amenazó con reenviar hacia Trípoli a 170 personas socavadas por un buque humanitario, una sugerencia que Libia rechazó.
La semana pasada, el ACNUR se refirió a 1500 muertos en el Mediterráneo desde principios de este año, y precisó que la propuesta de "plataformas", como "alternativa a la detención", "no altera" su posición sobre la imposibilidad de cualquier desembarque en Libia.
En la cumbre de finales de junio, los dirigentes de la UE decidieron reflexionar sobre la eventualidad de "plataformas regionales de desembarque" en terceros países, suscitando una enorme preocupación de las ONG por temor de que se incluyera a Libia en ese eventual proyecto.
Egipto, Túnez y Marruecos fueron solicitados, pero rechazaron la idea.
El enviado especial del ACNUR para el Mediterráneo central, Vincent Cochetel, defendió a finales de junio el establecimiento de estas "plataformas" y "especialmente en el norte de África", para distinguir a los refugiados de los demás migrantes.
Después de la caída del régimen de Muammar Gadafi en 2011, la situación en Libia degeneró para un clima de guerra civil, caracterizado por la inseguridad generalizada y una profunda crisis económica.